11 años sin Edelio Morínigo: su madre pide hallar su cuerpo para darle sepultura digna

A 11 años del secuestro de Edelio Morínigo, su madre pide al Estado hallar sus restos para darle una sepultura digna.

El recuerdo del suboficial Edelio Morínigo sigue marcado por el dolor y la incertidumbre. Secuestrado el 5 de julio de 2014 por el autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), su paradero continúa siendo un misterio once años después. Su madre, Obdulia Florenciano, volvió a exigir al Estado una respuesta concreta y, resignada a la pérdida, manifestó que su único anhelo es recuperar los restos de su hijo para darle una sepultura digna.

“Ya perdí las esperanzas de encontrarle con vida, pero al menos quiero sus restos”, expresó entre lágrimas doña Obdulia, quien no cesa en su reclamo a las autoridades. Aseguró que sigue presionando a las instituciones, pues el tiempo transcurrido sin avances es un peso que la familia ya no puede soportar.
Morínigo fue capturado cuando se encontraba de cacería con amigos en una estancia de Concepción. Meses después, en octubre de 2014, apareció en un video divulgado por el EPP junto a otro rehén en un campamento guerrillero, la que se convirtió en la única prueba de vida conocida.
La última pista vinculada a su caso surgió en abril de 2018, cuando la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) halló una nota tras un enfrentamiento con una célula del EPP. El escrito insinuaba que el suboficial ya había fallecido, aunque nunca se pudo confirmar oficialmente. Desde entonces, el silencio se instaló alrededor de su destino.
El secuestro de Edelio no es un hecho aislado. En octubre de 2016, el ganadero Félix Urbieta fue capturado por el grupo criminal Ejército del Mariscal López (EML), mientras que el ex vicepresidente Óscar Denis permanece privado de libertad desde septiembre de 2020 a manos del EPP, configurando un escenario de profunda deuda del Estado en materia de seguridad y justicia.
La historia de Morínigo se convirtió en un símbolo del dolor de muchas familias paraguayas que siguen esperando noticias de sus seres queridos en manos de grupos armados. La demanda de su madre interpela directamente a las instituciones: “Lo único que pido es poder enterrarlo como corresponde”, reiteró, dejando en claro que su lucha no se detendrá hasta hallar una respuesta definitiva.




