La fiesta Halloween (made in USA) trasplantada a nuestro país, verifica en muchos casos agregados criollos que constituyen problemas para autoridades comunales e indignación social.

Entre ellos están el robo de cadáveres, profanando tumbas de cementerios, además de los rituales satánicos que se realizan en esos sitios. Desde ayer y hasta el fin de la fiesta del día de todos los santos, el Ejecutivo comunal capitalino ordenó guardias especiales en los tres cementerios de la capital (de la Recoleta, del Este y del Sur) para evitar dichos actos ilegales y sacrílegos.

“Efectivamente se despliegan guardias para preservar la normalidad, más aún teniendo en cuenta que en estos días, existen grupos que realizan profanaciones, o ceremonias que no están permitidas”, respondió el director de la Policía Municipal de Asunción, Pedro Olmedo, en conversación con periodistas.

El mismo subrayó que esta disposición de establecer guardias, es al margen de los problemas que vienen afrontando los tres camposantos de la capital, por la acción de personas que ingresan a los mismos para drogarse o robar cualquier objeto que puedan vender para comprar estupefacientes. Igualmente, recalcó, se detectaron personal de cementerios (sepultureros) que roban tumbas, presumiblemente para comercializar los ataúdes, por un lado, y los cadáveres (que se comercializa entre estudiantes de medicina) por el otro.

Incluso hay denuncias de que los  camposantos se utilizan como “moteles” (con más asiduidad en estas fechas), ya que en muchos casos se hallaron tirados en los pasillos preservativos usados en actos sexuales.  

El funcionario indicó que los denominados “chespis” constituyen actualmente en uno de los grandes problemas que azotan a los cementerios. Esto porque roban todo tipo de objetos, desde floreros, placas hasta cruces de difuntos, cualquier elemento que les sirva para agenciarse sus dosis de crack.

“Hace falta más personal que resguarde la seguridad, esto está en plan de ser ejecutado, por parte del municipio”, agregó Olmedo.