El asesinato de una mujer a manos de otra, conmocionó a la comunidad de San Ignacio, Misiones. Una casualidad fue determinante para la ejecución del crimen,

Cinco meses atrás, Yenice Raquel Cabrera Franco (19) y Osvaldo Javier Fernández Guirland (31) iniciaron una relación sentimental. Fue luego de que el hombre rompiera con su esposa, Paolina Báez Verón (31), con quien tiene un hijo de 5 años.

“La ruptura nunca fue aceptada por Paolina, quien comenzó a amenazar de muerte a mi hermana, le decía que si no le mataba a él, iba a matarle a ella, o a los dos juntos. Todos los mensajes están grabados en el teléfono de mi hermana”, señaló Irma Portillo Franco, hermana de la víctima.

El crimen se ejecutó el domingo a las 19:30, cuando Osvaldo llegó a la casa de su ex, junto a Yenice, a quien le dijo que aguardara un rato en el vehículo, que precisaba ver un rato a su hijo. Le pidió a su novia -según datos de los intervinientes- que no encienda la luz ni la radio, para evitar que la madre de su hijo reaccionara. Sin embargo, la joven, al parecer, quiso “poner la radio” a bajo volumen mientras esperaba, pero con tan mala suerte que el dispositivo se encendió al máximo volumen, que generó la atención de Paolina. Esta salió de la casa y fue directo hacia el vehículo. “Manifestó que, al abrir la puerta, vio la escopeta en el asiento posterior del auto, que agarró para asustarlo pero se le escapó un disparo”, señalaron los intervinientes respecto a la declaración de la mujer. Sospechan, no obstante, que Paolina ya llegó hasta donde estaba su rival con arma en mano y fue directo a ella para atacarla.

¿Por qué detuvieron además de Paolina, a Osvaldo y un hermano de este? Porque la explicación de que el arma que estaba en el asiento posterior del auto, supuestamente fue utilizada en una jornada de caza, hasta ahora no “cuaja” con la historia. Ahora será el Ministerio Público el que deberá definir la verdad, que surgirá del cruce de versiones y elementos que se tiene en torno al asunto.