La intervenida administración municipal de Miguel Prieto vuelve a estar en el ojo de la tormenta tras revelarse que uno de sus asesores de educación y cultura, Pedro Bonifacio Espinosa Chávez, guarda vínculos directos con una de las figuras más emblemáticas del grupo criminal Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).

Pedro Bonifacio, actual funcionario de la Municipalidad de Ciudad del Este, es pareja de Doralice Meza, hermana de Magna Mesa, identificada por las autoridades como líder activa del grupo criminal EPP. Esta relación familiar ya había generado controversia en el pasado, pero el caso se agrava al recordar que en 2016, Espinosa y su pareja fueron objeto de un allanamiento donde se incautaron cargamentos de marihuana y panfletos alusivos al grupo armado.

Antecedentes que no pueden ser ignorados

La presencia de panfletos del EPP en ese procedimiento no fue un hecho menor. Las autoridades lo vincularon en su momento con actividades de propaganda del grupo criminal, aunque nunca se formalizaron acusaciones directas. A pesar de ese oscuro antecedente, Miguel Prieto lo incluyó dentro de su equipo municipal, sin que hasta la fecha haya ofrecido explicaciones claras a la ciudadanía.

¿Negligencia o tolerancia?

La decisión del intendente levanta serias dudas sobre los filtros éticos y legales en la contratación de personal dentro del municipio. ¿Se hizo una evaluación de antecedentes? ¿Se investigaron las conexiones familiares con el EPP, una organización responsable de secuestros, asesinatos y extorsiones?

Este hecho no puede ser tratado con liviandad. El municipio no puede ser refugio de personas ligadas, aunque sea indirectamente, a organizaciones criminales. La omisión de este tipo de antecedentes compromete no solo la imagen de la administración, sino la confianza de la ciudadanía.

La ciudadanía merece respuestas

Miguel Prieto, que ha intentado presentarse como un gestor independiente y transparente, no puede ignorar el peso de este caso. Si se confirma que conocía los antecedentes de Pedro Bonifacio Espinosa Chávez al momento de su contratación, se trata de un acto de irresponsabilidad grave. Y si no lo sabía, la negligencia en el proceso de selección es igualmente cuestionable.