Liz Vera, madre de la niña Paz Valentina, de 3 años, quien falleció en el 2012 al recibir una bala perdida pidió dar más abrazos y no disparos porque la vida a partir de la pérdida de un ser querido es “demasiado difícil y más cuando es un hijo”.

Paz Valentina falleció cuando tenía 3 años, en plena Navidad, a causa de una bala perdida. La tragedia que enlutó a su familia ocurrió el 25 de diciembre de 2012 en una vivienda en el barrio Santa María de Asunción.

Su madre Liz Vera, manifestó en conversación con NPY que su clamor de siempre, hasta que ella tenga vida será “ya no más disparos al aire, ya no familias truncadas por un acto tan criminal, tan inconsciente”.

Pidió que el arma de fuego no sea un móvil de celebración porque es algo que funde vidas. Afirmó que la vida de su familia quedó devastada y “ya nunca más va ser igual”.

“Demos abrazos, no disparos, porque es muy difícil, la vida a partir de la pérdida de un ser querido es demasiado difícil y más cuando es un hijo. Ese acto tan criminal, tan cobarde, mi clamor siempre va ser no más balas, no más disparos al aire, nunca más otra Paz Valentina”, agregó.

Mencionó que Paz tendría que haber cumplido 16 años este 2025 y recordó que en estas fechas tendría que estar con ella viendo su vestido, sus planes, ya hubiera casi terminado el colegio.

Lamentó que por un acto tan criminal el futuro de su hija haya quedado en el pasado y dijo que la bala no termina en el cielo, tiene que caer en algún lado. También afirmó que ya había una estadística de personas que fallecieron a causa de disparos al aire y que su hija no fue la única víctima.

“Mi dolor nunca va calmar, pero si por lo menos ese hecho de lo que le pasó a Vale salva vidas, aunque sea es un aliciente para mi corazón”, expresó.

En abril del 2016, el Tribunal de Sentencia compuesto por Víctor Medina, Elsa García y Arnaldo Fleitas decidió condenar al taxista Jorge Prisco Ledesma por la muerte de la pequeña Paz Valentina y le impuso la pena carcelaria de cinco años.

Los magistrados señalaron que las pruebas son contundentes para determinar que el arma calibre 28 del taxista es desde la cual provino la bala que impactó en la niña.