El senador Víctor Bogado afrontará un juicio oral y público por el caso conocido como «niñera de oro». Así lo determinó la jueza Rosarito Montanía tras escuchar a la fiscalía y los imputados en audiencia preliminar.

La magistrada argumentó que la defensa esgriminado por los imputados se basan en cuestiones de fondo, como son las pruebas, la responsabilidad, entre otros, que hacen a cuestiones propias de un juicio oral y público. Apuntó que no corresponde analizar estas cuestiones en una audiencia preliminar, donde sin embargo el Ministerio Público cumplió con los requsitos formales para su acusación.

Además de Bogado, están imputados la protagonista de la causa, Gabriela Quintana, y el exjefe de Gabinete de la Cámara Baja, Miguel Ángel Pérez.

El senador Víctor Bogado ejerció su defensa ante la juez Rosarito Montanía, en audiencia preliminar por el caso conocido como «niñera de oro», que investiga la contratación irregular de Gabriela Quintana, como funcionaria de la Cámara de Diputado e Itaipú Binacional.

Bogado afirmó que nunca existió la intención de estafar y que el caso tiene como base el relato de un exdirector de Itaipú. Dijo que todo se trató simplemente de un error administrativo, que dio lugar a otros que se fueron sucediendo.

Según el legislador, nunca recurrieron a chicanas jurídicas, sino todo lo contrario, ya que lleva 5 años sufriendo junto a su familia. Señaló que «con gusta regalaría su banca» para ahorrar el sufrimiento también a los demás funcionarios involucrados en la causa, a quienes pidió disculpas por todo.

Cerró su intervención diciendo: «Dios quita y pone reyes, y mi banca es de Dios».

RESPETA LOS ESCRACHES, PERO…

En un momento, Bogado recordó a las personas que hace semanas vienen realizando escraches contra políticos con procesos judiciales pendientes. Dijo que nadie juzga, ni siquiera los magistrados, quienes simplemente dictan sentencia. «El único que juzga es Dios todo poderoso», expresó.

Bogado es investigado por la supuesta ‘estafa’ al Estado, durante su gestión como presidente de la Cámara de Diputados. Fue entonces que se dio la contratación de Gabriela Quintana, quien supuestamente era niñera de sus hijos, como funcionaria de la institución. A su vez, la joven fue contratada por la Itaipú Binacional y comisionada en la Cámara Baja, percibiendo así un doble salario estatal.

En total, con unos G. 13 millones de salario en Diputados y más de G. 8 millones en la binacional, habría recibido de forma irregular más de G. 70 millones.