La madre de la niña asesinada junto a su niñera en Katueté, pidió justicia para la menor, quien no tenía la culpa de lo que hacían los adultos. Según la mujer, supuestamente había lío amoroso y amenazas que desembocaron en el doble homicidio.

Elba Steinger, madre de Mía Soledad, dio detalles a C9N y NPY sobre el caso de su hija y la niñera Mabel Blanca González, cuyos cuerpos fueron encontrados luego de días de estar con paradero desconocido.

La mamá contó que, cansada de las agresiones que sufría, una semana antes de Navidad se separó del papá de Mía, Roberto Mendoza, quien se quedó a cargo de la menor. Ella fue a vivir a la casa de su madre.

“Le entregué a mi hija con mucha confianza como que es su padre, luego le quise retirar pero no me quiso dar. Me dijo que me iban a pegar si es que le quería retirar”, contó.

Sostuvo que también la niñera impedía que tuviera contacto con la criatura y que en una ocasión fue hasta la vivienda y vio que la tenía en brazos durmiendo; cuando quiso acariciar a la bebé, la ahora fallecida le habría dado un manotazo y en ese momento Roberto la sacó a la fuerza del sitio. “Me dijo: ‘andá puteá bien con tus hermanas’. Ahora quiere culparme de todo lo que pasó porque no me quedé con él”, añadió.

Al no poder ver a su hija, fue hasta la comisaría y radicó su denuncia, según contó Elba. Finalmente el hombre accedió concederle el poder y el 8 de enero fue la última vez que vio a su hija. Al día siguiente se reportó la desaparición de las víctimas.

RELACIÓN ENTRE PADRE DE MÍA Y AMANTE DE NIÑERA

Steinger indicó que conocía a Eduardo Villalba, quien sería el amante de la niñera Mabel Blanca González, porque era muy amigo del padre de Mía. Según presume, ambos amigos habrían peleado luego de que su expareja decidiera acercarse a la mujer. Esto habría despertado los celos del ahora principal sospechoso del crimen.

Contó que Eduardo fue una noche hasta la casa de Roberto para amenazarle con quemar su vivienda y al día siguiente se concretó la advertencia: la casa quedó hecho cenizas. Esto ocurrió tan solo una semana antes de la desaparición de Mía y su niñera.

“Le amenazó (a Roberto) porque se fue a la casa de la señora siendo que sabía que él (Eduardo) estaba con ella hace tiempo”, comentó. Respecto a la relación entre su expareja y la niñera, la mujer dijo que “hay comentarios que dicen que ellos también se entendían” pero que ella no tenía la manera de demostrar esto.

Elba responsabilizó al padre de Mía del caso, porque también amenazó de muerte a su examigo luego del siniestro de la vivienda. “Él también le amenazó porque se quemó la casa. Le llamó y le dijo que le iba a matar”, reveló. “Su padre tiene la culpa en parte, porque fue a entregar mi hija a extraños y no a mí. Pido justicia porque ella no tuvo la culpa para que le hagan esto”, agregó por último.

TRIÁNGULO AMOROSO

“Hay un triángulo amoroso y por ahí va el tema”, sostuvo ayer de manera contundente el agente fiscal Christian Bartomeu. Añadió que la pequeña Mía Soledad habría sido asesinada por “celos”.

El investigador contó que la niñera Mabel Blanca González tenía un marido de apellido Lezcano, con quien tuvo cinco hijos. Ella se dejó de su esposo y se emparejó con el señor José Dolores, con quien estaba conviviendo. Sin embargo, la misma mantuvo una relación extramatrimonial con el joven Eduardo Villalba (26), quien está detenido por este caso.

Por otra parte, Don Roberto Mendoza (padre de Mía) está separado de su esposa y vivía en una casa que llamativamente se había incendiado semanas atrás. Este hombre sindicó al joven Eduardo de haber sido el responsable. Luego de este siniestro, Roberto y su pequeña fueron a la casa del señor Dolores y Blanca González a vivir.

El fiscal siguió relatando que el 9 de enero, Roberto recibió una llamada telefónica de una casa de venta de materiales construcción; le iban a dar una donación por parte de la ciudadanía para poder construir de vuelta su vivienda. El sujeto fue hasta el negocio, en compañía de José Dolores, y dejó a su hija Mía en la casa, bajo el cuidado de la niñera.

Es en este momento, conforme a los datos proporcionados por el agente del Ministerio Público, que el principal sospechoso Eduardo Villalba llama insistentemente al teléfono celular de Mabel González, quien luego accede a encontrarse con él justamente en el sitio donde posteriormente fueron hallados los cadáveres.

¿Por qué entonces también habría asesinado a la pequeña que no tenía participación en este triángulo? El fiscal responde que posee la hipótesis de que el supuesto autor del crimen pudo incluso haber celado del padre de la niña. “Eduardo era una persona muy celosa, según versiones”, resaltó.