El presidente de la República, Mario Abdo Benítez, se refirió a la tan utilizada y conocida frase «Desastre ko Marito». Cuestionó que no haya un argumento válido para calificar así su gestión como mala, pero insistió en que le queda aún mucho por hacer.

“Desastre ko Marito, pero ¿cuál es el argumento?”, expresó Mario Abdo Benítez este domingo, sobre la tan utilizada expresión sobre su persona y su gestión.

Aseguró que todo lo que prometió en campaña política lo cumplirá al término de su gestión.

«La gente quiere plata en el bolsillo, entiendo, pero eso va a depender de todos al final», manifestó este domingo en una entrevista exclusiva al programa Señales, emitido por NoticiasPy.

Se defendió sobre las críticas de sus viajes al exterior diciendo que se obtuvieron muchos resultados, como lazos con mercados internacionales que por primera vez compran carne y soja paraguaya, así como la visita de presidentes y otros políticos por primera vez o después de varios año.

«Entiendo que la gente se puede irritar. El presidente viaja varias horas, tiene reuniones todo el día. Pasamos más tiempo en el avión que en tierra. Pero hay que viajar porque Paraguay necesita ser reconocido en el mundo. Forma parte de esa estrategia que nosotros decimos: acá está Paraguay, vengan a Paraguay, porque Paraguay puede ser un socio interesante para el capital del mundo», comentó.

Destacó que con los viajes, Paraguay se da a conocer ante el mundo, porque finalmente es el objetivo que tenían para la gestión de este gobierno. «El mundo le tiene que conocer a Paraguay para que esté en la antena de la superpotencia», sostuvo.

Incluso, mencionó que el fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) a favor de Paraguay, y no de los demandantes (Juan Arrom, Anuncio Martí y Víctor Colmán), fue gracias a que se hizo un trabajo diplomático previo.

«Paraguay hoy es reconocido, nos respetan. Ya no es más la tierra de la impunidad», subrayó.

Agregó que así, sumado a otras políticas de gestión, el país se reconstruye con credibilidad tanto en la región como en el mundo «y eso no hay que perder».