El juzgado de faltas de la Municipalidad de Ciudad del Este dispuso una multa G. 20.069.250 a la empresa Telefonía Celular del Paraguay S.A. (TELECEL-TIGO) por estafar a un cliente que pidió el corte de un plan de servicio, sin embargo, la telefonía nunca dio de baja y seguía produciendo deudas al usuario, generándole grandes perjuicios.

Un contribuyente de Ciudad del Este denunció ante la Dirección de Defensa del Consumidor de la Municipalidad, a cargo de Richard González, que fue estafado por la empresa TELECEL, con su marca Tigo, por lo que se abrió un sumario en contra del responsable, Fulgencio Areco López. El caso indica que el cliente pidió que se dé baja al servicio que prestaba, luego de un tiempo, se percató que la firma nunca cortó el servicio y que le seguía generando gastos.

Tras percatarse de lo sucedido, se acercó a la dirección referida y siguiendo con los pasos administrativos se logró probar la culpa de la empresa, al no cortar el plan, siendo que el cliente así lo solicitó de manera formal y legal. La multa se dio a conocer ayer y el monto asciende a los 250 jornales, multa correspondiente a G. 20.069.250.

Según la notificación emitida ayer por el juzgado de faltas Municipales, segunda sala, a cargo del abogado Juan Carlos Quintana, a la Dirección de Defensa del Consumidor, el juez resolvió, declarar culpable a la firma Telefónica Celular del Paraguay S.A. (TELECEL-TIGO), amonestar a la misma y ordenar el pago de multa promedio a 250 jornales mínimos, en un plazo de cinco días hábiles ante la caja de la institución municipal.

Richard González, director de Defensa del Consumidor.

Se ofició además a la división de liquidación de impuestos para el cobro de la multa, así como a la Dirección de Defensa del Consumidor, a los afectados y también se dio a conocer del caso a la intendencia municipal, a cargo de Miguel Prieto Vallejos.

Se trata de una primera sanción en el municipio contra una de las empresas de telefonías más grandes e importantes del país, que cuenta con muchos malos antecedentes por parte de clientes que fueron estafados, engañados y perjudicados. Muchos prefieren guardar silencio que actuar ante los entes competentes, como lo hizo este cliente cuyo nombre se mantiene en reserva.