En un segundo juicio, el sacerdote Silvestre Olmedo fue hallado culpable de acosar sexualmente a Alexa Torres, una joven que integraba la pastoral juvenil de la iglesia que lideraba el cura.

Los jueces resolvieron dar un año de cárcel al religioso, con suspensión de la condena, es decir, no irá preso En un juicio anterior había sido absuelto.