El fiscal Gerardo Mosqueira explicó que la empleada del ex fiscal Javier Ibarra «pudo haber tocado o disparado» el arma de fuego que acabó con la vida del ex funcionario. Se trata de una pistola calibre 22 que aún no fue localizada por los investigadores.

El fiscal Gerardo Mosqueira explicó en la tarde de este martes que Aida María Villalba, quien se desempeñaba como empleada del ex fiscal de la Unidad Especializada Antidrogas del Ministerio Público y ex viceministro de Seguridad Interna, Javier Ibarra, fue imputada por hurto especialmente grave, cuya expectativa de pena es de 1 a 10 años de cárcel.

El fiscal explicó que Villalba fue la primera persona que ingresó el viernes pasado a la vivienda de Ibarra, ubicada en la ciudad de San Lorenzo, Departamento Central, en compañía del casero Máximo Torres.

Comentó que ambas personas encontraron el cuerpo tendido en la cocina de su domicilio y que la mujer manifestó que no encontró en la escena ningún tipo de arma de fuego y “negó categóricamente” que haya tocado o alzado algún tipo de arma.

Dijo que al consultarle por qué tuvo restos de antimonio en la mano derecha ella contestó que quizás porque haya tocado la mesa, silla o puerta del lugar, hecho que según él «no puede darse científicamente».

Aseguró que alto componente de antimonio se le encontró en la mano y que según las explicaciones técnicas “puede ser que ella haya tocado el arma o disparado”.

“Lo que nos confirma es que ella habrá alzado el arma”, expresó.

El representante del Ministerio Público dijo que Ibarra siempre portaba en un bolso de mano una pistola calibre 22 y que es el arma que ellos sospechan que acabó con su vida.

Comentó que teniendo en cuenta esa situación y que la mujer ingresó al lugar, sospechan que ella sustrajo el arma con el fin de hurtar porque es automática y tiene un gran valor.

Al ser consultado si para la Fiscalía fue un suicidio, Mosqueira respondió que “no precisamente” porque será fundamental el cruce de llamadas de la pericia telefónica de la víctima.

“Por ahí puede ser que se haya contaminado la escena y por esa razón haya dado positivo también Javier por ejemplo, es una hipótesis nada más. No descartamos homicidio ni suicidio, seguimos la línea investigativa”, expresó.

Aseguró que ambas manos del fallecido arrojaron resultado positivo a plomo y antimonio y que los técnicos explicaron que se puede dar esa situación.

Javier Ibarra recibió dos impactos de bala en la cabeza y el fiscal dijo que como es un arma semiautomático que produce «tipo ráfagas», entonces puede producir dos disparos al instante.

Agregó que tanto Máximo Torres como Aida Villalba niegan que hayan visto algún tipo de arma de fuego en el lugar del hallazgo. Además, el hombre dio negativo a la prueba de antimonio, que determina si existen residuos de un disparo de arma de fuego en un cuerpo.

La Fiscalía solicitó arresto domiciliario para la empleada y ya dependerá del Juzgado Penal de Garantías el otorgamiento de la medida. La mujer permanecerá recluida en el Departamento de Investigaciones de la Policía Nacional. Además, citó a Máximo Torres para este miércoles para una declaración testimonial.

Hasta el momento los investigadores no encuentran la riñonera de la víctima y el arma que habría acabado con su vida.