“Brunito no se va…”: el adiós al ángel que luchó con alegría para vivir y emocionó a todos

Cientos de personas acompañaron al pequeño Brunito hasta su última morada en la ciudad de Presidente Franco, Alto Paraná. El chico se ganó el cariño de todo el Paraguay a través de alegría, pese a la enfermedad crónica que padecía.

Los restos de Brunito ya descansan en el Camposanto San Marcos, donde llegó acompañado de sus familiares y amigos. Una verdadera multitud se trasladó hasta el lugar para dar el último adiós al pequeño de cinco años, que falleció en la tarde de este miércoles.

La caravana hasta su última morada estuvo guiada por agentes del Grupo Lince de Alto Paraná. Estos uniformados eran los “tíos” de Brunito, ya que había una admiración mutua entre ellos.
El féretro fue trasladado a bordo de un carro de los bomberos voluntarios.
Integrantes de la hinchada del Olimpia, club del cual el niño era fanático, al grito de “Brunito no se va…” también se hicieron presente en su despedida.
Brunito falleció en la tarde de este miércoles en la sede central del Instituto de Previsión Social (IPS), luego de una serie de complicaciones tras una operación a la que fue sometido. El pequeño de 5 años estaba esperando un trasplante de riñón.
La historia de Brunito conmovió a millones de paraguayos, incluso a extranjeros. Referentes del deporte y de la música se unieron al lamento de la pérdida del pequeño, que luchó hasta el último momento por su vida.




