En los últimos meses, Australia ha visto condiciones climáticas extremas que han afectado a los habitantes y la flora y fauna del país en su totalidad. Incendios forestales, tormentas eléctricas, inundaciones, tormentas de polvo y ahora granizo del tamaño de pelotas de golf.

A unos meses de que comenzaran los devastadores incendios que provocaron graves daños en Australia y la muerte de más de mil millones de animales, el país soporta ahora fuertes tormentas de granizo en la costa oriental, mientras «apocalípticas» tormentas de polvo barren zonas afectadas por la sequía.

Se trata de eventos extremos que conviven con los incendios que consumen partes del país desde septiembre, empeorados por el cambio climático. Violentas tormentas de granizo  gigante se abatieron sobre la capital, Canberra el lunes. Los servicios de emergencia pidieron a la población que «retiren los vehículos que están estacionados en la calle y los alejen de los árboles y de los cables eléctricos».

El servicio meteorológico local pidió a los habitantes del sureste del Estado Nueva Gales del Sur, donde se encuentra Sídney, que estén preparados porque se avecinan las tormentas.