Paraguay logra su primera cirugía fetal cerebral en Clínicas. El procedimiento marca un avance clave en medicina fetal a nivel regional.

El Hospital de Clínicas marcó un nuevo hito en la historia médica del Paraguay al concretar, por primera vez, una cirugía fetal cerebral intrauterina, procedimiento de alta complejidad realizado el domingo pasado. La intervención, dirigida por el Prof. Dr. Miguel Ruoti Cosp y un equipo multidisciplinario, representa un avance histórico tanto a nivel nacional como regional en el campo de la medicina fetal.

El caso involucró a un feto de casi siete meses de gestación, diagnosticado con encefalocele occipital, una malformación congénita grave que implica la herniación del tejido cerebral fuera del cráneo. La anomalía fue detectada inicialmente durante controles prenatales en el hospital regional de Yasy Cañy, Curuguaty, y posteriormente confirmada en el Hospital de Clínicas, donde se programó la intervención de urgencia para preservar las funciones neurológicas del futuro recién nacido.

 

Durante la cirugía, se logró reducir la protrusión de tejido cerebral que comprometía seriamente el desarrollo encefálico del feto. La bolsa alcanzaba un diámetro de 6 cm, en una cabeza fetal de apenas 9 cm. Una vez completada la corrección, el equipo procedió a la sutura de la piel fetal y al cierre del útero, logrando una intervención exitosa sin complicaciones inmediatas.

Este procedimiento se realizó bajo estrictos protocolos, y según los especialistas, mejora significativamente el pronóstico cognitivo, reduce el riesgo de hidrocefalia y favorece el crecimiento normal del cráneo. La cirugía fetal demuestra así ventajas sustanciales frente a la corrección postnatal, al intervenir antes del daño neurológico progresivo.

A pesar de las limitaciones materiales, esta fue la décima cirugía fetal del equipo médico paraguayo desde la creación del Programa de Cirugía Fetal Paraguay, que opera hace poco más de un año. El Dr. Ruoti destacó que la formación y el compromiso de los profesionales compensan la escasez de equipamiento especializado, permitiendo alcanzar estándares cercanos a los de países con mayor desarrollo tecnológico.

La intervención fue posible gracias a la coordinación de médicos gineco-obstetras, neurocirujanos, anestesiólogos, licenciadas instrumentadoras y enfermeras, lo que refleja la capacidad del sistema de salud pública paraguayo para ejecutar procedimientos de máxima complejidad.