La Policía Nacional del Alto Paraná enfrenta un nuevo escándalo tras la difusión de audios que involucran a agentes de una subcomisaria ubicada en la colonia Jerusalén II. Se les acusa de exigir una millonaria coima para liberar una camioneta y a su conductor, a pesar de que el vehículo contaba con la documentación en regla.

La Policía Nacional del Alto Paraná se encuentra nuevamente en el centro de la polémica tras la difusión de audios que involucran a agentes de la subcomisaria 47ª, ubicada en la colonia Jerusalén II. En estos audios, se acusa a los agentes de exigir una millonaria coima para liberar una camioneta y a su conductor, a pesar de que el vehículo contaba con toda la documentación en regla. Este incidente reaviva las alarmantes denuncias de corrupción y abuso de poder en la institución.

De acuerdo a la publicación del diario La Clave, el subcomisario César Muñoz, jefe de la mencionada subcomisaria y señalado como el “cerebro” de la operación extorsiva, deberá prestar declaración indagatoria ante la fiscal Zunilda Ocampos el próximo 30 de octubre. Muñoz ya estuvo en el foco de investigaciones previas por corrupción.

El caso tuvo su origen el pasado viernes, cuando Wilson Garcete fue interceptado por los policías mientras conducía una camioneta Toyota Hilux con matrícula argentina. Según la denuncia, los agentes retuvieron al conductor y comenzaron a exigir dinero a cambio de su liberación. A pesar de los intentos del propietario por demostrar la legalidad de los documentos, la situación se transformó en una negociación extorsiva, donde los agentes inicialmente solicitaron G. 15 millones.

Los audios, ampliamente compartidos en redes sociales, revelan un intercambio entre el suboficial Héctor Cáceres y Garcete, en el que se justifica la exigencia de la coima alegando que el chasis del vehículo tenía “números borrados”. Esta afirmación fue refutada por una inspección previa realizada por agentes de Automotores de Naranjito, quienes confirmaron la legalidad del vehículo.

Cuando la negociación no avanzó, los policías optaron por remitir el caso al Ministerio Público y otras unidades policiales, pero no sin antes dejar al propietario bajo presión para aceptar su demanda económica.

El subcomisario Muñoz, quien asumió el mando de la subcomisaria 47ª en agosto de 2024, fue señalado por sus superiores como el responsable de esta operación. Su historial de controversias incluye su participación en el Operativo Heiwa, que desveló vínculos entre la policía y redes delictivas, específicamente en relación con la “gavilla de Yguazú”, conocida por sus actividades criminales.

El comandante de la Policía Nacional, Crio. Gral. Dir. Carlos Humberto Benítez, indicó que las Direcciones de Asuntos Internos y Policía del Alto Paraná están llevando a cabo investigaciones al respecto. Sin embargo, los resultados de la pesquisa interna del Operativo Heiwa aún no fueron revelados, lo que genera desconfianza sobre la posible protección interna de algunos oficiales mientras persisten las denuncias de corrupción.