El disparo que recibió el comisario Rufino Acosta le produjo una muerte encefálica instantánea. El informe forense reveló que las marcas apuntan a que el disparo fue desde una distancia media.

El estudio forense realizado a los restos del comisario Rufino Acosta, el subjefe del Departamento Antisecuestro de la Policía Nacional asesinado este jueves en Capitán Bado, reveló que su muerte se produjo instantáneamente.

Los resultados divulgados este viernes por el médico forense del Ministerio Público, Pablo Lemir, detallan que el disparo se realizó desde una distancia media. La bala impactó en la cabeza desde la zona posterior izquierda, pero no cuenta con un orificio de salida.

“No se trata de un disparo con el arma apoyada, pero tampoco es de una distancia corta. De igual forma, se sacó una muestra del cabello para determinar los residuos del disparo y también se extrajo un ojal cutáneo que será observado bajo microscopio para poder deducir la distancia exacta”, explicó el forense a los medios de prensa.

El comisario Acosta falleció este jueves tras un enfrentamiento con delincuentes en la colonia Nueva Jaú de Capitán Bado, Departamento de Amambay.

Los responsables del tiroteo son sindicados como integrantes de la banda que secuestró al empresario agroganadero Silvino Villalba Salinas y su capataz, Ubaldino Cuenca Barreto, el pasado martes.

Además del uniformado, también falleció uno de los delincuentes, identificado como Estanislao Ferreira Chávez, mientras que otro quedó gravemente herido.

El jefe policial realizó gran parte de su carrera en la zona Norte del país, en la lucha contra el autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).

Acosta también formó parte de los trabajos de inteligencia durante el secuestro del ganadero Fidel Zavala, en octubre del 2009, en el Departamento de Concepción.