Jubilados paraguayos viajan en casa rodante rumbo a Alaska

Desde Limpio, Derlis y Rosario arrancaron su gran travesía en casa rodante. Ya fueron a Brasil y ahora apuntan al extremo de América.

El sueño que Derlis Lomaquis tuvo desde niño empezó a materializarse apenas se jubiló. Hoy, a sus 60 años, recorre caminos junto a su esposa Rosario Franco, a bordo de una casa rodante que él mismo fue transformando durante seis años. La pareja, residente en la ciudad de Limpio, ya realizó su primer viaje internacional a Brasil y se prepara para una nueva aventura: llegar a Ushuaia y, si es posible, seguir hasta Alaska.

La inspiración nació cuando tenía apenas 10 años, al ver por primera vez una casa rodante que pasaba por su comunidad en San José de los Arroyos, Caaguazú. Aunque parecía un sueño lejano, Derlis decidió que al llegar a la jubilación lo cumpliría. Compró un camión y lo convirtió en su nuevo hogar rodante, que bautizó como “Óga guata” (casa caminante).
Rosario, docente también jubilada, se sumó a la travesía, aunque con sentimientos encontrados. A ella le cuesta despegarse de su casa y de sus hijos, pero acompaña con entusiasmo a su esposo. Durante años, ambos aprovechaban los feriados para escapadas cortas, pero ahora, sin horarios laborales, están listos para trayectos de meses.
“Hace casi dos meses fuimos a Brasil, fue nuestro primer viaje internacional”, comentó Derlis. Para octubre, tienen previsto partir hacia el sur de Argentina, con la mira en Ushuaia. Calculan que el recorrido les tomará alrededor de seis meses, aunque no tienen apuro. “Vamos a emprender el viaje y ver hasta dónde llegamos”, expresó.
El vehículo, de unos 10 metros cuadrados, cuenta con camas para seis personas, cocina, comedor y baño. “Es reducido, pero se viaja cómodo”, afirmó. La pareja ya visitó numerosas ciudades de Paraguay, como las del Chaco, Itapúa, Alto Paraná y Caaguazú.
Más que cumplir un itinerario, la pareja busca disfrutar del camino. “No tenemos ruta fija, vamos donde se da la oportunidad”, dice Derlis.




