Según el relato de la mujer identificada como Amanda, su pequeño fue discriminado hasta por los propios docentes de la institución ubicada en Capiatá, y que ni siquiera esperaban que pueda movilizarse para iniciar las clases.
La mujer contó que en reiteradas ocasiones pidieron a las autoridades de la escuela que brinden condiciones que permitan al niño estar más cómodo y tranquilo pero fueron ninguneados.
«Es tan denigrante todo lo que una madre tiene que pasar por defender los derechos de su hijo. Él está deprimido», comentó.