Aeronaves dadas de baja llegaban hasta un taller clandestino de Mora Cué, Luque, donde un militar se encargaba de repararlas en el patio de su casa. Las avionetas eran insertadas al mercado negro, presuntamente para el tráfico de drogas.

El ministro de la Senad, Jalil Rachid, explicó que, mediante un trabajo de inteligencia localizaron un taller clandestino, en una mansión de Mora Cué, Luque, propiedad de un suboficial de la Fuerza Aérea, mecánico de aviación. En la parte posterior de la lujosa vivienda existía un tinglado donde se hacían las reparaciones.

“Se restauraban aeronaves que desaparecieron del mercado, en el sentido de que fueron dadas de baja, eran aeronaves siniestradas y lo que hacía este militar era recuperar esas aeronaves”, explicó Rachid, en una entrevista la emisora 730 AM.

El ministro detalló que las reparaciones eran bastante costosas. Solamente la aeronave incautada, marca Cessna TP 206 D, tenía un valor de 40.000 dólares, sin contar con el motor, valuado entre 50 a 60.000 dólares.

En el lugar encontraron motores de aviones, alerones, equipos de emergencia, localizadores, entre otras evidencias..

La Fiscalía investigará el origen del dinero, cómo se adquirieron estos accesorios y a quiénes eran vendidos. La Senad presume que esta estructura tenía vínculos con organizaciones criminales bolivianas y brasileñas.

Se confirmó que este taller opera sin autorización de la Dinac. La aeronave incautada estaba en proceso de ensamblaje. A esto se suma que los repuestos instalados son usados y carecen de seguridad.

Algunos de los posibles hechos punibles evaluados son: lavado de activos y otros que puedan estar vinculados con las actividades de este lugar que, de por sí, operaba sin autorización.