Sin la ropa adecuada para la competencia y calzando unas gastadas zapatillas, Ramón Mancuello (10) fue a participar el domingo pasado de la primera fecha del Campeonato Regional del Norte de Mountain Bike, realizado en el centro de la ciudad de Horqueta.

Antes, Ramón ya había contado con la colaboración de su primo, quien le prestó su antigua bicicleta, que no tenía frenos. Así llegó hasta el lugar de la carrera, y uno de sus vecinos a quien el niño identificó como “un alemán” lo inscribió, recordó en una amena conversación que mantuvo con ABC Color en la casa donde vive con su abuela materna Lucila Villalba.
Según cuenta la historia que se difundió en redes sociales, Ramón fue a la competencia como espectador. Pero al ver su entusiasmo, los organizadores decidieron inscribirlo en su categoría en un circuito de XCO (Cross Country Olímpico). Con el dorsal 67 participó por primera vez de una competencia y obtuvo el primer lugar.
El pequeño campeón contó que cuando se inició la competencia, en la cual también participaron niñas, se puso a pedalear “con todo”. Relató que durante la carrera algunos de sus oponentes se cayeron de sus biciclos. “La bicicleta de mi primo no tenía frenos”, dijo en guaraní, el idioma que utiliza para comunicarse.
Cuando culminó la competencia quedó primero y quienes presenciaron la victoria de Ramón no terminaban de aplaudirlo.

Un hombre mayor de edad y oriundo de Concepción le regaló el casco que utilizan los ciclistas para protegerse, y con el que tampoco contaba. Este, al igual que el trofeo que obtuvo, los guarda orgulloso en un antiguo ropero que tiene en la casa de su abuela.
Una hermosa foto de Ramón montado a su bici con el número 67 del Desafío Horqueta, en la que mira fijamente a la cámara mientras sostiene su trofeo, fue compartida junto con su historia en redes sociales y se hizo viral, como ejemplo de que lo que prima es la voluntad, más allá de todo el equipamiento que se pueda obtener.
A la hora de ver la bicicleta con la que ganó la competencia, nos dijo que estaba en la casa de una vecina donde su primo siempre la deja guardada. Llegamos hasta la casa de la mujer, pero no había nadie y nos quedamos con las ganas.
En Horqueta es común ver a Ramón recorriendo las calles céntricas. Para llegar ahí debe cruzar la Ruta PY05. Esto
constituye un verdadero peligro para su vida.

Cuando era más niño acostumbraba pedir monedas de G. 1.000, por eso algunos lo apodaron Mil’i. “Ahora ya no pido y antes me decían así”, dijo en evidente alusión a que no le gusta ese apodo.
Ramón tiene dos sueños. Uno es tener su propia bicicleta y el otro es ser médico cuando ya sea grande.
Sin celular, no puede dar clases Pero este último deseo puede no concretarse si las cosas siguen de la manera en que van. A pesar de que nos comentó que está en tercer grado, cuando le preguntamos si sabía leer dijo que no. Contó que ahora no puede seguir tomando clases virtuales porque no tiene un teléfono celular.

Ramón tiene seis hermanos, su madre lava ropas ajenas y su padre trabaja en la colocación de empedrados en la ciudad de Capitán Bado. Nos contó que nació en Pedro Juan Caballero, donde su familia vivió un tiempo y actualmente acompaña a su abuela, quien vive sola.