El presidente Peña y el expresidente Cartes fueron recibidos con repudio en el estadio municipal de Carapeguá al inaugurar la nueva iluminación.

La inauguración de la nueva iluminación en el estadio municipal de Carapeguá fue escenario de un tenso episodio protagonizado por el presidente de la República, Santiago Peña, y el expresidente Horacio Cartes. Ambos líderes políticos acudieron al acto de inauguración de las luces de este recinto deportivo, sin prever el recibimiento hostil que les darían diversos ciudadanos presentes en el lugar.

Desde su llegada, tanto Peña como Cartes fueron recibidos con gritos y cánticos de desaprobación. La molestia de los asistentes se expresó en fuertes consignas de rechazo hacia las figuras políticas, cuyo protagonismo en el evento no fue bien recibido por algunos aficionados del deporte. El acto de escrache comenzó en las gradas y continuó durante su entrada al campo, extendiéndose mientras procedían a activar el sistema de iluminación del estadio

 

La obra de iluminación, que implicó una inversión superior a los G. 3.000 millones, fue financiada por la Secretaría Nacional de Deportes (SND). A pesar de los logros que este tipo de infraestructura representa para la ciudad, el repudio público reflejó una descontento que va más allá de la inauguración, tocando aspectos de fondo en la percepción ciudadana sobre la gestión política y la asociación de Peña y Cartes con el evento.

En el estadio, el clima de tensión se percibió especialmente entre la hinchada del club Sportivo Luqueño y parte de los aficionados del club Libertad, quienes se hicieron eco de los reclamos hacia ambos líderes. La comitiva, que se encontraba en la zona de preferencia del estadio, finalmente decidió retirarse del lugar, interrumpiendo la actividad en medio del descontento manifestado.

Horas antes del evento, Peña sostuvo una reunión con dirigentes de Paraguarí en la cual se refirió a la importancia del Partido Colorado como defensor de los valores nacionales. Durante el encuentro, Peña reafirmó su compromiso de representar los intereses de sus compatriotas, resaltando la misión del partido de trabajar por el bien común de los paraguayos.

El episodio en Carapeguá refleja el reto que enfrentan las figuras públicas al exponerse en eventos comunitarios, donde la interacción con la ciudadanía puede poner en evidencia la opinión pública sobre su gestión. En este caso, lo que debió ser un momento de celebración se transformó en un espacio para expresar descontento y exigencias hacia el liderazgo político actual.

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