Un video del circuito cerrado revela que el subcomisario Arístides Peralta (37) recibió el disparo de su propio camarada, el comisario Julio Cabañas, de la Jefatura del Departamento Central. Llamativamente la víctima estaba fuera de actividad durante tres semanas y fue convocado por sus superiores durante esa jornada, según contó la viuda.

Durante un asalto en Fernando de la Mora, el subcomisario Arístides Peralta (37) perdió la vida. Al principio se mencionó que el mismo fue asesinado por los ladrones, sin embargo, horas después salió a luz el video del circuito cerrado de la zona.

La grabación esclarece cómo habría sido asesinado el uniformado. En las imágenes se observa que él y su camarada Julio Cabañas llegan al sitio en un mismo vehículo al operativo. Descienden y sigilosamente se acercan al bando de los criminales. Al parecer, según la sospecha, Peralta recibe un primer disparo (proveniente del otro grupo) y cae al suelo. En ese momento, su compañero gira y lo dispara.

Antes de conocerse este revelador video, en el acta de defunción fue colocado que el cuerpo tuvo un orificio de entrada y salida, es decir, que hubo dos agujeros. El médico forense Pablo Lemir comentó a radio Monumental que esta conclusión se dio tras realizar una primera inspección al cuerpo. Sin embargo, después la Fiscalía pidió una autopsia tras tener conocimiento de cómo en realidad se produjo el hecho.

LO ESTABAN VELANDO

Lourdes López, viuda del subcomisario Peralta indicó que anoche lo estaban velando en Areguá y que a la medianoche fue una comitiva a retirar el cuerpo para llevarlo a la morgue, donde este viernes se prevé la realización de la autopsia.

“Al principio me dijeron que el asaltante lo mató. Yo me enteré a las 21:00 de la existencia de ese video cuando me contaron lo del camarada. Como estaba en el trajín del velorio, ahora recién puedo ver. Si no salía el video, iba a quedar como que los asaltantes lo mataron; ellos quisieron esconder esto”, mencionó sobe las altas esferas policiales.

TENÍA DÍA LIBRE

La mujer contó que su marido estaba fuera de actividad durante tres semanas y que seguía disfrutando de su día libre. En la mañana del jueves estaba realizando compras con ella, cuando un camarada lo llamó y le dijo que vaya a la jefatura por orden del director.

“Yo no sé qué pasa acá, él tenía su día libre, pero recibió la llamada de un ayudante de apellido Paiva. ‘Arma, vení tenemos un trabajo’, le dijo su compañero. ‘Estoy de civil’, le contestó porque estaba libre él. ‘Igual nomás vení así’, le dijo su camarada”, relató la viuda.

Su esposo la dejó y se dirigió a la jefatura. Eran las 10:00 de la mañana. Al mediodía falleció en el operativo, del cual no tenía conocimiento alguno, de acuerdo con la versión de la mujer.

“Si sabía que iba a hacer este trabajo, se iba a preparar, no iba a estar haciendo cosas particulares. Uno no se imagina que ocurra esto, menos en manos de un compañero, se dio la vuelta y le dio un tiro. Le mueve y le tira hacia los bandidos, no es que le socorrieron. Le arrastró y le dejó tirado a mi marido. Él llegó muy tarde al hospital. Un profesional no puede cometer este tipo de errores, ya es un comisario”, mencionó.

Criticó que los jefes policiales instalan ahora mentira respecto a su esposo, como que pertenecía al Departamento de Investigaciones, siendo que estaba como jefe de Tránsito luego de haber sido trasladado por un “problema con una agente fiscal porque él comenzó a agarrar a los rateritos y eso al parecer la habría molestado”. También cuestionó que los superiores aseguran que su marido sabía del operativo, siendo que estaba de civil.

“Acá se están tirando la pelota. Él no tenía nada que ver con esto, él solo recibió órdenes de sus superiores, solo se presentó a cumplir. No inventen, él no estaba siguiendo esta investigación, no quieran ensuciar su nombre”, dijo Lourdes López.

El uniformado deja tres hijos huérfanos de padre: uno de 10 años, otros de 7 y 4 años.