Recibe sus cuarenta años tras las rejas y con una pálida porción de asado

Ronaldo Assis Moreira recibió a sus cuarenta años en prisión y con su caso prácticamente opacado por la pandemia de coronavirus que en la actualidad es el tema de mayor preocupación.

El ex Barcelona, Milan y Mineiro de Brasil lleva más de dos semanas preso en la Agrupación Especializada.

De manera inesperada, cuando su plan era presentar un plan de asistencia médica a niños y un libro autobiográfico, el mismo tuvo un giro insospechado tanto para él como para el mundo.
Ronaldinho llegó a Paraguay el día 4 de marzo y horas más tarde, desde el departamento de Migraciones dieron aviso de que su ingreso se produjo en forma irregular.
Alertados, la Policía y el Ministerio del Interior actuaron inmediatamente, procediendo a incautar sus documentos y efectivamente, Ronaldinho no tenía los papeles en regla.
Fue a prisión junto con su hermano, mientras que su empresario Wilmondes Sousa Liria fue remitido a Tacumbú, sin opción a negociar afrontar su caso desde afuera.
La noticia no fue una más en el intenso ruido periodístico. Se trataba nada menos que de un campeón europeo y sudamericano, estrella de clubes a donde fue y un ídolo sin par de la afición en general.
Verlo esposado y jugando ligas de carceleros no genera más que tristeza en quienes lo aplaudieron frente a un televisor o en la cancha misma. De codearse con grandes cracks pasó a practicar picados con el ex presidente de diputados Miguel Cuevas. Notable diferencia.
Hoy, sus cuarenta años los celebra con una porción de asado en una mesa improvisada en la Agrupación, donde es el recluso más destacado y que recibe más visitas que los demás que esperan por la resolución de sus casos.




