Luis Roberto Escoto, representante de la Organización Mundial de la Salud y de la Organización Panamericana de la Salud en Paraguay (OMS/OPS), se retira del país. Así lo confirmó Lida Sosa, viceministra de Rectoría y Vigilancia de la Salud, y agregó que Escoto no dio motivos para su salida.

El canciller nacional, Euclides Acevedo, hizo lo propio y contó que Paraguay ya no cuenta con representante de la OPS, “el señor Escoto se fue”. Esto, sin dejar alguna novedad sobre las millones de dosis de vacunas contra el COVID-19 que el mecanismo Covax se comprometió a entregar al país, que incluso pagó por ellas.

Esta fue la piedra en el zapato del representante de la OMS/OPS en Paraguay. Las autoridades nacionales confiaron en el mecanismo de la organización para asegurar los biológicos contra el coronavirus, pero al final éste resultó en un completo fiasco, ya que el país solamente recibió una ínfima cantidad de dosis de vacunas.

Escoto fue llamado y citado tantas veces para tratar de explicar el porqué no llegaban las dosis, hasta que finalmente no aguantó y decidió irse del país, o al menos esta es la lectura que deja su partida del Paraguay.

¿Se quebró?

El quiebre en el representante de la OMS/OPS, bastante activo en sus redes, pudo darse el 27 de marzo, ya que un día antes escribió, por última vez, en su cuenta de Twitter: “El desarrollo de la pandemia de COVID-19 ha demostrado cómo la propagación de información errónea, amplificada en las redes sociales y otras plataformas digitales, está demostrando ser una amenaza para la salud pública mundial tanto como el propio virus”.

Para el 31 de marzo, 20 días después de que Paraguay decrete alerta roja sanitaria y siga sin las vacunas prometidas, el pleno de la Cámara de Dipu­tados aprobó el proyecto de declaración que retiró la confianza a Escoto, argumentando la mala ges­tión demostrada en el desem­peño de su función, sobre el anuncio equivocado de la lle­gada de las vacunas de inmu­nización contra el COVID-19 adquiridas por el Gobierno paraguayo a través del meca­nismo Covax.

En la argumentación de la declaración se señala el alto perjuicio provocado a la ciudadanía paraguaya con el retraso de la llegada de las vacunas de inmuniza­ción adquiridas a través del mecanismo Covax, y princi­palmente porque el retraso no se debe a la falta de pago para dicha adquisición.

En este sentido, en el texto se menciona que el Gobierno de Paraguay se adjudicó en el noveno lugar de los 160 países en abonar al meca­nismo Covax, transfiriendo ya el 1 de octubre del 2020 a la OPS US$ 6.847.680 por 4.300.000 dosis.

India, la esperanza

Estas dosis jamás llegaron y la confianza del país se deposita ahora sobre India, el mayor productor de vacunas del mundo, pero que sin embargo, ante la segunda ola de COVID-19 que enfrenta, puso una restricción a la exportación de los biológicos de AstraZeneca.

“La esperanza que tenemos es la llegada de un lote importante de vacunas indias”, enfatizó Acevedo para tratar de calmar los ánimos.

Paraguay recibió lote de Corea del Sur

Paraguay es uno de los países más afectados por los atrasos de Covax. Hasta ahora solo se recibió un primer y único lote de 36.000 vacunas de AstraZeneca, el 19 de marzo pasado.

Para el mes pasado estaban previstas 64 mil dosis más, pero no llegaron; y se anunciaba que, con 100 mil dosis mensuales, entre abril y mayo, se completarían 300 mil vacunas. Ahora, el nuevo anuncio es que arribarán 134.800 vacunas antes que termine abril.

Las vacunas AstraZeneca que recibió Paraguay no provienen de India, sino de SK Bioscience, en Corea del Sur. La iniciativa Covax es una iniciativa de la Coalición para la Promoción de Innovaciones en pro de la Preparación ante Epidemias (CEPI), la Alianza para las Vacunas (Gavi) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), junto al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).