El Senado aprobó en general la reforma del transporte público. El plan busca renovar la flota, reducir líneas y aplicar integración tarifaria.

l Senado aprobó este martes en general el proyecto de ley de reforma del transporte público, iniciativa que busca modernizar el sistema metropolitano de pasajeros mediante concesiones, renovación de la flota y reorganización de las líneas. Actualmente, los legisladores analizan el texto artículo por artículo, ya que más de 90 disposiciones fueron objetadas.

El senador Derlis Maidana, presidente de la Comisión de Legislación, destacó que siete comisiones trabajaron en el dictamen conjunto. Según explicó, de los 92 artículos cuestionados se aceptaron 20 y uno fue corregido en su redacción. El debate se centra ahora en las disposiciones más sensibles, que han recibido críticas por parte de los gremios de transportistas.

 

La reforma establece un modelo de concesiones por 15 a 20 años, adjudicadas a través de licitaciones públicas. Los contratos incluyen cuatro componentes: provisión de flota, infraestructura, operación de unidades funcionales y servicios complementarios. El Estado asumirá la compra de buses a empresas proveedoras, que luego pondrá a disposición de los operadores.

Uno de los puntos más relevantes es la exigencia de que la flota no tenga más de 15 años de antigüedad, con la meta de priorizar unidades de bajas o cero emisiones. Además, se contempla la construcción y concesión de patios, terminales y estaciones, así como la tercerización de servicios de fiscalización, inspección técnica y evaluaciones a choferes.

La operación del sistema se organizará en unidades funcionales que integren líneas troncales, alimentadoras, ramales y circulares. Esto implicará pasar de las actuales 36 líneas de buses a unas 10 empresas operadoras, lo que para los proyectistas permitirá optimizar el servicio, aunque para los transportistas representa concentración de mercado y riesgo de exclusión.

Otro de los cambios planteados es la integración tarifaria, que permitirá a los usuarios realizar varios viajes con un solo pasaje, una medida que apunta a mejorar la conectividad entre diferentes puntos del área metropolitana.

La media sanción abre paso a un debate más amplio en Diputados, mientras gremios del sector y organizaciones de usuarios ya adelantaron que vigilarán de cerca el proceso para evitar que la reforma termine beneficiando solo a grandes operadores y dejando de lado a los pasajeros, que son los principales afectados por la precariedad del transporte público.