Comunidades educativas están preocupadas y en alerta ante las marcas de los símbolos de clanes dedicados al microtráfico en las paredes de escuelas. Temen adoctrinamiento de alumnos.Las autoridades de seguridad se encuentran en una alerta roja respecto a la expansión de los grupos criminales y la captación de menores que son reclutados en sus bandos para la comercialización de drogas al menudeo e incluso como sicarios. Esto se suma a una violenta guerra entre el Clan Rotela (CR) y el Primer Comando Capital (PCC) por el dominio territorial del microtráfico, que ya se cobraron varias vidas.

Días atrás, desde el Ministerio del Interior, Justicia y de la Niñez y la Adolescencia confirmaron la existencia de casos de adoctrinamiento de niños y adolescentes por parte de miembros del Clan Rotela y PCC en diferentes localidades del país. Esta preocupante situación ha sido detectada en el Bañado Sur de Asunción, en el barrio Ricardo Brugada, en ciudades del Departamento Central y en la ciudad de Tobatí, en el Departamento de Cordillera.

Además de marcar territorios en barrios populosos, sus consignas y marcas aparecen hasta en instituciones educativas. Una imagen en una escuela en la zona de Puerto Botánico muestra el dominio de los grupos que avanzan incluso hasta en espacios educativos. Se trata de las siglas PCC, escritas en la pared del baño de la escuela. Esta situación pone en alerta a las comunidades educativas.

Las siglas de los nombres de los grupos criminales se pueden ver escritas en las paredes de los barrios de Asunción, que hacen significar el dominio territorial de los bandosAl respecto, el criminólogo Juan Martens señaló que “los símbolos inscriptos del PCC y del Clan Rotela en varios puntos de la ciudad, inclusive en centros educativos, muestran el nivel de penetración que están teniendo en nuestra sociedad estos grupos criminales, pero también revelan la inacción del Gobierno para abordar este tipo de situaciones”.

PREOCUPANTE. La intervención del Gobierno se inició luego de la viralización de videos, donde se observaba a niños en festejos alusivos al Clan Rotela, recibiendo objetos relacionados con la organización y siendo expuestos a prácticas que hacen apología del grupo liderado por Armando Javier RotelaEntre las imágenes que más causaron indignación se destaca el video de un niño con pistolas bailando una cumbia que hacía referencia a las drogas, alentado por adultos.

Las autoridades están implementando medidas de intervención en las comunidades afectadas para garantizar la protección de los niños y adolescentes. Las fuerzas de seguridad también colaboran activamente en la identificación y arresto de los responsables de estas prácticas, para evitar que los menores sean involucrados en actividades delictivas.

Recientemente, tras un operativo en la zona de Pantanal, de Lambaré, donde fue detenido un menor de 15 años, que a través de videos en redes sociales captaba y reclutaba a menores al servicio del Clan Rotela, el comisario César Diarte informó sobre el uso de niños y adolescentes en el tráfico de drogas como parte de esta estrategia de adoctrinamiento. “Están utilizando el método de adiestramiento de menores para el tráfico de estupefacientes”, dijoFuerzas de seguridad buscan erradicar el microtráfico y poner fin a una guerra por el dominio territorial La situación es candente y son varios los operativos antidrogas realizados en zonas conflictivas como el Bañado Sur de Asunción, el barrio Ricardo Brugada, más conocido como Chacarita, y otros puntos del Departamento Central, cuyo objetivo principal es erradicar focos de comercialización de drogas al menudeo, así como terminar la violenta guerra instalada entre clanes por el dominio territorial del microtráfico. Los procedimientos realizados por la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) y el Departamento Antinarcóticos de la Policía Nacional, con apoyo de otras unidades de seguridad, buscan poner fin al control que tienen las pandillas en zonas vulnerables, donde actualmente se reclutan a menores para comercializar las dosis de drogas, además de cometer asaltos e incluso perpetrar hechos de sicariatos. La situación está llegando a un punto extremo, debido a los altos niveles de violencia que llevan a menores, en su mayoría adictos a droga, a enfrentarse a tiros en plenas calles, poniendo en riesgo su integridad física, así como la de terceros. Comunidades como la del Bañado Sur, la Chacarita y la zona conocida como Pantanal, en el barrio San Isidro de Lambaré, viven en constante zozobra debido a los reiterados ataques violentos, que ya dejaron varias muertes.