Agricultor brasileño sigue en poder de los captores, quienes piden US$ 50.000 para su liberación
TAVAI. El agricultor de origen brasileño raptado en su finca, ubicada en el límite entre Caazapá e Itapúa. seguiría con vida en poder de tres sujetos que llegaron al lugar el sábado con el objetivo de exigir dinero en efectivo, según datos manejados por los intervinientes.
Según los datos, el hombre fue capturado ayer pasado el mediodía, y previamente los tres hombres encapuchados ya mantenían de rehén a Eduardo Molas (39), capataz del establecimiento, ubicado en la compañía Oro Verde.
Se informó que los secuestradores hablaban en guaraní y el tercer hombre portugués y español
De acuerdo a las declaraciones de Molas, los hombres estaban buscando al propietario del establecimiento, identificado como Luis Tamiazzo (61), quien llegó al lugar a las 13:00 de ayer, a bordo de una camioneta Mitsubishi L200, quien al descender fue sorprendido por los malvivientes, quienes exigían al mismo la suma de US$ 50.000 para no matarlo. El agricultor, siempre según el relato de Molas, les aseguró a los captores que no tenía esa plata, pero podía buscar la forma de financiar. En un momento dado, uno de los sujetos realizó tres disparos de arma de fuego.
Los malvivientes -al no conseguir el dinero- cubrieron el rostro del propietario de la finca, quien fue alzado en la camioneta Mitsubishi, junto con el capataz, para dirigirse hacia la ciudad de Tavai. Molas fue bajado del vehículo a 1 km aproximadamente del establecimiento en la compañía Oro Verde, quien fue amenazado de muerte si contaba algo a las autoridades. Igualmente, uno de los secuestrados se bajó para abordar una motocicleta que tenía escondida entre maizales.
Al regresar al establecimiento, encontró a la hija de Luis Tamiazzo, Vanessa Karine Tamiazzo, quien inmediatamente dio aviso de lo ocurrido a la Policía.
Según los datos, agentes policiales del Departamento Antisecuestro de la regional de Itapúa y Alto Paraná manejan la
información de que el agricultor está vivo y que los malvivientes persisten con su intención de conseguir dinero a cambio de la vida del extranjero.
