Un solitario ciclista salió desde la ciudad de Ñemby, en el Departamento Central, rumbo a la Basílica de Caacupé para agradecer a la Virgen de los Milagros por la salud de sus hijos, como lo hace cada año en que se aventura a la travesía.

Édgar Salinas, de 40 años, partió en la mañana del viernes rumbo a Caacupé. Con una mochila cargada de ropa, agua y herramientas, por si tenga algún inconveniente, emprendió su camino desde la ciudad de Ñemby.

El ciclista contó que tiene varias promesas realizadas a la Virgen, con la que está sumamente agradecido. Añadió que en especial pide cada año por la salud de sus tres hijos.

Cada año solía viajar en bicicleta hasta Caacupé, sin embargo, dejó de hacerlo en los últimos cinco años debido al fallecimiento de un amigo, quien siempre lo acompañaba en la odisea.

«Venía cada año con un amigo, pero falleció en un accidente de tránsito, después nunca más vine y ahora me atreví otra vez», expresó.

Salinas comentó que luego de cumplir su promesa analizará si regresa nuevamente a su hogar en su bicicleta.