Un sorpresivo e inesperado cambio se produjo en la jornada del Jueves Santo en la Dirección del Hospital Regional del Instituto de Previsión Social (IPS) de Encarnación, tras la destitución del director de la entidad.

El doctor Juan María Martínez fue removido como director del Hospital Regional del Instituto de Previsión Social (IPS) de Encarnación. En su reemplazo, fue nombrado el doctor Martín Preda, argentino, profesional terapista.

Todo apunta a que Martínez fue cambiado por denunciar la falta de equipos de protección para el personal médico que atiende a pacientes con síntomas de coronavirus.

La noticia cayó como un baldazo de agua fría en el plantel de funcionarios del centro asistencial, atendiendo el excelente trabajo que venía cumpliendo el ahora ex director.

El cambio obedecería a los reclamos y exigencias que venía realizando Martínez, ante la carencia total de equipos de bioseguridad para poder atender a los pacientes infectados por el Covid-19.

El hospital encarnaceno de IPS fue destinado para recibir a todos los pacientes con síntomas o cuadros sospechosos de coronavirus; sin embargo, las autoridades habrían hecho poco y nada para atender los reclamos de Martínez, quien no recibió apoyo ni respuestas para afrontar tan grave pandemia.

El anuncio de la incorporación del profesional terapista y el sorpresivo cambio en la dirección del IPS fueron comunicados por la jefa zonal del IPS, Jazmín Soroka, hermana del diputado Colym Soroka.

La decisión provocó una ola de rumores sobre la supuesta politización total del manejo de estos centros asistenciales, lo que aparentemente no compartía el ahora ex director.

Entre las quejas planteadas, lamentaron que la politiquería que causó tanto daño al país siga vigente y esta vez se haya manifestado en Encarnación, demostrando que Itapúa tampoco está ajeno a ella y que el título de un profesional pesa muy poco o nada ante el capricho o intereses políticos.

Tras la confirmación de la destitución de Martínez, la reacción de la gente no se hizo esperar y hubo una explosión de comentarios y denuncias por todos los medios sobre el manejo que se pretende dar a la institución.

Asimismo, el funcionariado del IPS emitió un comunicado de apoyo al destituido director, de quien destacaron el espíritu humanitario como también el liderazgo. Además, denunciaron el avasallamiento al profesional médico y funcionariado, que sin ninguna explicación quedaron sin su «capitán de barco».

De acuerdo con denuncias recibidas, el pecado de Martínez habría sido quejarse por la falta de insumos y equipos que no llegan para afrontar la pandemia.

Lamentaron que a las autoridades les importa muy poco el interés de la ciudadanía, y solo sus intereses personales.

El saliente director estaba coordinando los preparativos del IPS como centro de atención de pacientes con síntomas del Covid-19. Dentro de estos preparativos había solicitado la provisión de insumos y equipos de protección para los médicos, motivo por el cual los directivos del IPS habrían decidido apartarlo del cargo.