El Padre César Nery  Villagra, delegado de las FF.AA y Policía Nacional, advirtió sobre la llamada “ideología de género” que pretende instalarse en el Paraguay. Esto lo hizo durante su homilía en la ciudad de Caacupé.

En el novenario de la Virgen de Caacupé, este miércoles la homilía estuvo a cargo del Padre César Nery

Villagra, Delegado del Obispado de las FF.AA. y la Policía Nacional, y Párroco de la Parroquia San Jorge del Comando del Ejército Paraguayo. El tema central fue ”Orar y defender la vida y la familia”.

En ese sentido, el religioso indicó que el hombre y la mujer están llamados a vivir unidos, en el contexto de un compromiso permanente, el vínculo del matrimonio. “Es una vocación humana y cristiana con el fin de comunicar la vida y así fundar una familia según el proyecto de Dios. Si, por un lado, los hijos deben obedecer a los padres para vivir dichosos, los padres deben educar a los hijos y no maltratarlos, según nos enseña san Pablo. El esposo, como cabeza de la familia, representa a Cristo; y, por eso, es el custodio de la familia; tiene la misión de santificarla y preservarla del mal y del peligro, como lo hizo san José. La esposa, por su parte, debe amar a su esposo y seguirle como la Iglesia sigue a Cristo”, refirió.

Sin embargo, reconoció que el ideal del matrimonio y la familia no está exenta de realidades amargas de las que se hacen eco las Sagradas Escrituras. “En nuestras familias, en efecto, no pocas veces hay dolor, violencia, mal trato, abandono, hechos que conspiran contra la comunión de vida y de amor”, expuso.

Señaló además que muchas familias afrontan problemas laborales, individualismo, la casa como lugar de paso, el secularismo, el hedonismo, las ideologías, el narcisismo, el debilitamiento de la fe, niños que nacen fuera del matrimonio, y el abuso sexual en comunidades educativas y cristianas, donde los niños y adolescentes deberían estar protegidos.

También indicó que es preocupante el problema de la migración del padre o de la madre por motivos laborales, la plaga de la droga, del alcoholismo y todos los demás vicios que se yerguen amenazantes contra familias, niños y jóvenes vulnerables.

Otro desafío -expresó- surge de diversas formas de una ideología, genéricamente llamada “gender” (género), que “niega la diferencia y la reciprocidad natural de hombre y de mujer. Esta presenta una sociedad sin diferencias de sexo, y vacía el fundamento antropológico de la familia. Esta ideología lleva a proyectos educativos y directrices legislativas que promueven una identidad personal y una intimidad afectiva radicalmente desvinculadas de la diversidad biológica entre hombre y mujer”, según resaltó el Padre Villagra.