El suboficial Oliver Lezcano, acusado de matar a un militar y chofer de Bolt, no fue secuestrado ni asesinado por el clan Rotela, sino que, se fugó de Tacumbú, según confirman desde el Ministerio de Justicia.

Rodrigo Nicora, viceministro de Política Criminal, confirmó que el 27 de septiembre pasado, el recluso Oliver Lezcano “abandonó” el penal de Tacumbú.

La información fue constatada hoy martes, mediante un trabajo de inteligencia con el Ministerio del Interior.

“No necesariamente se fue por la entrada principal. También es probable que haya sido con complicidad”, comentó Nicora, en un contacto con la 780AM y aclaró que, por ahora no puede dar muchos detalles para no entorpecer la investigación.

La declaración del alto funcionario se da luego de que el clan Rotela convocara a la prensa en Tacumbú, para supuestamente mostrar un video en el que se muestra el momento en que Lezcano sale de la cárcel, con lo cual, rechazan haberlo asesinado.

Como las autoridades no permitieron el ingreso de la prensa “exigido” por los internos, los reclusos comenzaron a quemar colchones en protesta contra esta decisión.

Al margen de los datos que se manejen, la realidad es que Lezcano sigue con paradero desconocido, aunque el viceministro calificó como una fábula las afirmaciones de que las autoridades penitenciarias no pueden llegar hasta el pabellón ocupado por el clan Rotela.

Tanto la familia de Lezcano como la del militar asesinado presuntamente por el “fugitivo”, esperan tener noticias del sujeto, en el primer caso por una cuestión humana y en el segundo, por la espera de una condena que haga justicia.