El padre Víctor Hugo Montiel, que hasta poco cumplía funciones sacerdotales en la Parroquia Cristo Rey y Capilla Santa Lucía del kilómetro 11 Acaray de Ciudad del Este, fue descubierto posando con una joven, que según los datos es su amante. Al filtrarse el video, que habría sido en un motel, el religioso reconoció el hecho, pidió perdón a través de mensajes en los grupos de la iglesia y luego se retiró de la zona. Lógicamente la cuestión cayó como un balde de agua fría entre todos los feligreses del sector.
Desde hace algunos días atrás comenzó a recorrer en grupos de whatsapp un corto video donde aparece el padre Víctor Hugo Montiel posando con ropa de salida de baño con una joven, a quien incluso se le observa dándole un beso.
Apenas se difundieron esas imágenes comprometedoras, el propio religioso envió un extenso mensaje a los integrantes del grupo de religiosos de una de las capillas donde el mismo iba a celebrar misa.
“Buenos días a todos queridos coordinadores. Antes que nada, pido perdón de todo corazón por no haber sido un buen pastor y un ejemplo de vida para todos, hay unas fotos y video que están circulando sobre mi persona, son fotos de antes, y no niego que he caído, y caído mal, por eso les pido perdón a todos”, dice la primera parte del mensaje enviado por el religioso.
Seguidamente agrega “soy un ser humano que también está luchando por alcanzar el cielo, tengo mis debilidades y pecados, por eso les pido que recen por mí y por tantos sacerdotes para que podamos ser fieles a la vocación que fuimos llamados. Desde hoy ya no voy a estar trabajado en la parroquia Cristo Rey, agradezco a todos por el trabajo y la ayuda que han revitalizado y sé que seguirán haciendo con todo el amor que dan”.
Finaliza diciendo en su mensaje “me encomiendo en sus oraciones y que se haga la voluntad de Dios. Perdón por fallarles una vez más, solo les pido que cuando reciban las fotos, no se haga más público para no dañar la fe de las personas. Desde ya saludos a todos y que Dios siempre les bendiga siempre”, concluye.
Lógicamente, apenas tomó estado publicado la situación el monseñor Pedro Collar envió a otro párroco al templo, se trata de Ever Marcial Bogado. La intervención de la máxima autoridad religiosa en el departamento al parecer no es del agrado de la comunidad religiosa, pues ahora están analizando acudir nuevamente ante el obispo, pues alegan que también hay otras cuestiones que de momento aún están manteniendo en reserva pero que si continúan las malas prácticas, estarán haciendo público, advierten.
Fuente: La Jornada