16 balazos teñidos de venganza en Minga Porã
La Policía Nacional confirmó que la víctima del homicidio ocurrido el miércoles en Minga Porã, Departamento de Alto Paraná, recibió 16 balazos. El autor sería primo del fallecido. El trasfondo del crimen estaría teñido por una venganza entre miembros de una misma familia.
José Ferreira Dos Santos, de 63 años, quien fue asesinado en la tarde de este miércoles en una cooperativa de Minga Porã, recibió un total de 16 disparos con arma de fuego, presuntamente por parte de su primo hermano David Ferreira García, de 24 años. Ambos son de nacionalidad brasileña.
El comisario Osvaldo Ávalos, director de Policía de Alto Paraná, manifestó en la noche de este miércoles en conversación con Radio Monumental 1080 AM que «el crimen prácticamente ya está aclarado» y que el móvil principal es que la víctima fatal habría asesinado al hermano del victimario.
Tras el homicidio, la Policía Nacional ya manejaba como una de las hipótesis del crimen que el hecho se habría producido como una venganza familiar.
«Aparentemente este muchacho le andaba rondando y cuando entró a la Cooperativa y al saber que no estaba armado, entró a matarle. Fueron 16 tiros. En el auto de la víctima encontramos el arma de fuego», agregó.
Informó que la víctima colateral es Julio César Arévalo, de 24 años, quien recibió un impacto de bala en el abdomen, y ahora está internado, pero está fuera de peligro.
Por último, mencionó que según los vecinos, el fallecido es conocido como una persona violenta.
Alrededor de las 14:30 de este miércoles se produjo un hecho de homicidio (que inicialmente se reportó como sicariato) en el interior de la Cooperativa Coopasam Ltda., ubicada en Minga Porã, Departamento de Alto Paraná, camino a Salto del Guairá.
David Ferreira García fue detenido minutos después de supuestamente haber asesinado de varios tiros a su primo José Ferreira Dos Santos. El sospechoso ingresó a un sojal tras cometer el hecho, donde fue localizado por la Policía Nacional.
En las cámaras del circuito cerrado se observa cuando el hombre —que vestía un pantalón de color oscuro, una camisa blanca y un quepis de color blanco y negro— llega a pie en el lugar desenfundando de su cintura un arma de fuego, presumiblemente una pistola, calibre 9 milímetros.
