Descarga eléctrica enlutó a una familia en Cambyretá. La madre llegó con su hija en brazos a pedir ayuda a una comisaría. A pesar de los esfuerzos, la menor no pudo salvarse.

El último baño de su vida era el que, sin saberlo, Lidia Raquel Fenstenseifer Sander (29) le daba a su pequeña hija de un año y un mes. La mujer disfrutaba de una refrescante ducha en compañía de su beba en la casa ubicada en el barrio Arroyo Verde de Cambyretá, Itapúa. Pretendían descansar abrazadas aquel viernes por la noche.

Sin embargo, la hermosa velada se convirtió en un infierno y la desgracia aguardaba en la puerta del sanitario.

Accidentalmente, la criatura tocó de paso un tomacorriente y lo peor pasó: Yayina Araceli recibió una potente descarga eléctrica.

“La doña y su niña se aseaban juntas y cuando salieron del baño la menor agarró un enchufe que estaba ahí cerca y se electrocutó, al parecer estaba aún mojada”, manifestó a EXTRA el suboficial Emilio Figueredo, jefe de la Comisaría 24 de Cambyretá.

La electricidad tiró al piso a la nenita que, en ese instante, quedó totalmente desvanecida.

La desesperación se apoderó de Lidia: tomó en sus brazos a su princesa y gritó por ayuda.

Con su retoña al borde de la muerte, la pobre mujer no tuvo de otra que pedir auxilio varios kilómetros después.

IMPOTENCIA: «Ver a la mamá desconsolada fue duro, a pesar de ayudarla la niña no se salvó, estamos tristes»

“Justo cuando llegábamos de un servicio, escuchamos el griterío de una señora, había recorrido unos 8 kilómetros, suponemos que en moto, para pedir que auxiliemos a su nena, la traía en brazos, fue muy duro verla así”, manifestó el oficial Figueredo.

El terror de perder a su beba estaba reflejada en la mirada de Lidia. “Nos dolió el corazón, automáticamente la socorrimos, le llevamos hasta el Hospital de Encarnación en la patrullera” , detalló el uniformado. Aún con algo de vida, los agentes y la mamá no perdían las esperanzas, pero, a pesar de los esfuerzos, la menor no logró salvarse.

Cerca de las 21:00 la doctora Cintia Villalba, del mencionado nosocomio, dio la peor noticia que hubieran pensado escuchar jamás: Yayina había fallecido. La familia Fenstenseifer Sander quedó devastada.

Su cuerpito fue entregado a la madre quien, ayer, en un mar de lágrimas enterró a su angelito.

Fuente diario extra