El grupo cayó luego de cometer un asalto en una cooperativa ubicada en Mariano Roque Alonso. El detenido se hizo conocido por liderar una megafuga de la cárcel de Emboscada en los años 90.

Nelson Alfredo Escurra, uno de los considerados peces gordos de la delincuencia y popularizado con el alias de Kure Blanco, fue detenido ayer luego de una persecución policial entre las ciudades de Mariano Roque Alonso y Luque.

Junto a Escurra, también cayeron Ramón Ignacio Isasi, Juan Carlos Rojas y Jorge Villamayor, que llegaron hasta el local de la Cooperativa Chortitzer en Mariano Roque Alonso para cometer un asalto.

La información que se maneja es que los cuatro ingresaron al local haciéndose pasar por funcionarios municipales. Una vez dentro, sacaron sus armas y mostraron sus verdaderas intenciones, obligando a los empleados a entregar dinero y todas sus pertenencias personales.

PERSECUCIÓN. Luego de lograr su objetivo, huyeron y en el camino se toparon con una patrullera que circulaba por la zona. Se inició así una persecución que duró varias horas y se extendió por varios kilómetros.

Hubo intercambio de disparos y los agentes intervinientes pidieron el apoyo de sus camaradas de otras unidades y bases policiales.

Finalmente, en la ciudad de Luque, se produjo la detención de los cuatro sospechosos y luego se confirmó la identidad de los mismos.

Llegaron agentes del Departamento de Criminalística y otros investigadores a levantar evidencias.

HISTORIAL DELICTIVO. Kure Blanco es considerado uno de los asaltantes más peligrosos del país desde los años noventa.

De acuerdo con fuentes policiales, el hombre estuvo involucrado en el mortal asalto al supermercado María Cristina de Luque, en el año 1996, por el que fue detenido y llevado a la cárcel de máxima seguridad de Emboscada.

Pero en 1998, Nelson ocupó todos los titulares de los medios al ser considerado cabecilla de una fuga masiva del centro penitenciario.

Se cree que estuvo al mando de más de cien internos que tomaron de rehenes a funcionarios penitenciarios, atropellaron los controles y se dieron a la fuga, creando zozobra en la población.

En el año 2010, Kure Blanco volvió a ser el centro de atención de la opinión pública al abandonar sorpresivamente la prisión. El juez Alberto Irala Aguilera le otorgó medidas alternativas a la prisión por “razones humanitarias”. Cumplía en ese entonces una condena de 25 años.

En 2011 volvió a ser detenido en Presidente Franco, luego de un atraco. Esa vez también hubo persecución y balacera.

La última vez que se supo de él fue en el año 2019, cuando fue rechazado un pedido de traslado a la granja Ko’e Pyahu, un centro penitenciario con régimen semiabierto.