Ambos establecimiento están ubicados sobre la ruta 2, a la altura del kilómetro 16,5 y pertenecen a las firmas Zuza Saci Petrobras y Barcos y Rodados. Los locales fueron cerrados por polución sonora a base de denuncias realizadas por vecinos de la zona.

En el lugar numerosos jóvenes acostumbraban reunirse para escuchar música a través de equipos de sonido en horas de la noche. El alto volumen impedía dormir a los vecinos.

“Hicimos dos intervenciones luego de denuncias de vecinos a la Municipalidad por disturbios y aglomeración de personas”, explicó la jueza Mirtha Marecos, responsable del  juzgado de Faltas de la Municipalidad de Capiatá.

También actuaron en el operativo, agentes de la Policía Nacional, Policía Municipal de Tránsito y la secretaria de juzgado Sonia Martínez.