Humildes pobladores que se afincaron cerca del río y la reserva Ñacunday, departamento de Alto Paraná, están siendo perseguidos por avivados que con títulos de dudosa procedencia que están tratando de arrebatarles sus pequeñas parcelas.
De acuerdo a la denuncia, Simon Kummer y Hiroaki Sakanashi , estarían intentado, con documentos, incluso con resoluciones judiciales, apropiarse de las tierras donde habitan las humildes familias, que según los datos adquirieron sus tierras, de dos a tres hectáreas, hace décadas, mediante el proyecto de colonización del entonces IBR, actualmente Indert.
Sin embargo ahora aparecen los supuestos propietarios que sistemáticamente se van quedando con todas las pequeñas fincas del lugar, que ya está minado de colonos brasileros y chinos, que se dedican al cultivo extensivo de la soja, a metros de la reserva natural y el río Ñacunday, hecho que por ley también está prohibido.
Los pobladores denuncian la desidia de las autoridades de turno y ahora están a punto de perderlo todo por que son gentes humildes y el sistema arbitrario sumido por el dinero, prevalece sobre los documentos que incluso tienen firma y sello del año 1979 y el último título se otorgó en el año 1996. Además de esto la contaminación y la pérdidas del sistema natural del lugar.