La fiscal Hermenegilda Cubilla amplió la imputación en contra Lucas Gabriel González Leiva (20), quien está sindicado de arrollar y matar a un niño de 11 años. La pericia toxicológica practicada en el Laboratorio Forense del Ministerio Público determinó que el automovolista estaba alcoholizado y drogado en el momento del percance fatal.

El Ministerio Público decidió ampliar el proceso penal por los supuestos hechos punibles de Exposición al Peligro en el Tránsito Terrestre y Daño a Cosas de Interés Común, considerando que el acusado también había derribado una columna de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE).

González Leiva, quien actualmente se encuentra recluido en un establecimiento penitenciario, fue imputado inicialmente por Homicidio Culposo y Obstrucción al Resarcimiento por Daños en Accidente de Tránsito.

El hecho ocurrió el pasado 15 de noviembre de 2020, sobre la avenida San José de Ciudad del Este. El joven circulaba en un automóvil, de la marca Toyota Premio, de color perla, cuando chocó por la parte trasera de un auto VW Gol, de color verde que estaba al mando de Reinaldo Daniel Delgado Gaona.

Tras el percance, Lucas Gabriel huyó rápidamente del lugar y perdió el control de su vehículo, yendo a atropellar al niño de 11 años, quien se encontraba en compañía de su familia frente a un local gastrónomico.

La víctima falleció casi en forma instantánea, por “fractura cervical y politraumatismo de cráneo”, según el diagnóstico de la médica forense del Ministerio Público, Dra. Ramona García, quien intervino en el caso.

A su vez, el vehículo posteriormente fue a chocar contra una columna de la ANDE, ubicada en el paseo central.