El abogado de Bruno Javier Marabel, principal sospechoso del asesinato de una familia en Asunción, anunció que renuncia a seguir con la defensa del joven. Reconoció que la situación del procesado es muy complicada.

“El caso es algo emblemático, por decirlo de alguna manera. Después de estudiar bien la carpeta y el análisis con la familia, no es algo normal defender al chico”, señaló el abogado Rodrigo Cabrera, quien renunció a ejercer la defensa de Bruno Marabel, imputado por feminicidio y homicidio doloso.

Cabrera indicó que hubo mucha presión y que el terrible crimen, registrado en una casa ubicada en pleno centro de Asunción, tuvo mucha repercusión pública. Situación que ayudó a que tome la decisión de apartarse del caso y dejar de representar al joven. “Es una causa atípica”, afirmó.

Por último, informó que este viernes se estaría realizando la providencia con relación a su renuncia. “Yo ahora ya me desligué del caso”, puntualizó en contacto con la emisora 780 AM.

Bruno Marabel es el principal sospechoso del quíntuple asesinato. Era esposo de Dalma Rojas, una de las víctimas. El hombre guarda reclusión en la cárcel de Emboscada, cumpliendo con la prisión preventiva decretada por la jueza María Griselda Caballero.

Por otro lado, el letrado mencionó que Marabel ya recibió amenazas en la penitenciaría donde se encuentra recluido, por lo que antes de dirimir del caso, solicitó a la magistrada que le garanticen la seguridad.

“Bruno es un chico normal, está asustado y obviamente está amenazando en la cárcel”, dijo a la emisora 800 AM.

En el penal de Emboscada también está Marcelo Gabriel Sosa Díaz, mientras que las mujeres Alba Rosalía Armoa y María Araceli Sosa Díaz están privadas de su libertad en el Centro Penitenciario para Mujeres Casa del Buen Pastor.

Estas últimas personas fueron imputadas por homicidio doloso en calidad de cómplices, ya que, días después del crimen, estuvieron en el lugar de los hechos compartiendo con Marabel.

Crimen macabro

En la tarde del lunes fueron hallados cinco cuerpos en una vivienda que funcionaba como inquilinato, ubicada sobre las calles Oliva y Montevideo, del microcentro de Asunción.

Se tomó conocimiento del caso, luego de que los vecinos de la zona denunciaran ante la Policía Nacional que un fuerte olor se percibía en el sitio.

La sala de la vivienda fue escenario del crimen de las tres personas adultas, mientras que la muerte de los dos niños se dio en una de las habitaciones.

El forense Pablo Lemir informó que al menos cuatro de los cinco cadáveres encontrados en el microcentro de Asunción fallecieron por heridas de arma blanca.