Con los dientes sumamente apretados arrancó la  partida deportiva en el Metropolitano de  Barranquilla.   De entrada, tras el soberano silbato antecedente,  Paraguay movió el balón y al todo o nada marchó  decidido a buscar el único resultado de su interés. 3 centrales en el fondo, 5 en la medular y 2 arriba  serían la desvergonzada apuesta del entrenador  Francisco Arce.

Así, sobre los 10′, Richard Ortíz vio la primera  tarjeta amarilla. Un minuto después, Fabra también  fue amonestado en el once local. Señales de un  partido friccionado en que el brasileño Ricardo  Marques, árbitro de la noche, no supo de ecuanimidad  a la hora de hacer cumplir la ley.
En consecuencia, antes de los 20′, Derlis González  puso al tanto de las intenciones de un equipo  perfilado para ir por la victoria.   El balón se estrelló en la base del poste derecho de  Ospina, situación que dejó con vida a los de José  Pekerman, quienes hasta entonces no encontraban forma  de hacer daño a la última línea albirroja.
Salvo sobre la media hora de partido, tiempo en que  Antony Silva se vio exigido en dos ocasiones. Por su  parte, el guardametas enseñó seguridad y concentración, apagando con los guantes el sofocón  cafetero. Gran actuación hasta entonces de Antony.
Posteriormente, en la cornisa de la etapa inicial,  Víctor «El Topo» Cáceres fue el primero en abandonar  el gramado.   Lesionado en una de las piernas, la elección de  Cáceres, como titular y capitán de la cuadrilla,  llamó la atención de propios y extraños. Una fuerte  entrada sobre el mismo quemó el primer cartucho de  sustitutos visitantes.
Robert Piris Da Motta fue el elegido para intentar  llenar ese agujero que suponía al Topo como guardían.  Da Motta no goza de mucho ritmo futbolístico. En su  equipo, el San Lorenzo de Almagro, apenas ha tenido  escasas oportunidades.
Acelerado, con gestos propios de un volante poco  regular, Da Motta hizo tambalear la estructura  guaraní. Para bien, Marques mandó todo a vestuarios.
La complementaria lució galas distintas. En principio, Colombia mostró mayor decisión y metió a Paraguay en su terreno.
Sobre los 54′, con el marcador sin sorpresas, Arce depositó su carta de gol en Antonio Sanabria. El estratega dejó el molde y retiró a Jorge Moreira del campo.   El esférico entonces cayó divido al juego poco claro. Acto seguido, Paraguay intentó presionar alto y a la desesperadas Óscar Cardozo fue inserto nuevamente en el equipo.
Poco o nada pudieron hacer «Tonny» y «Tacuara» para evitar que sobre los 79′, su colega Radamel Falcao García logre, en su única aparición importante, superar la escueta salida de Silva y establecer la diferencia que clasificaba a Colombia a Rusia 2018.
Parecía que el mundo se venía abajo, pero todo y todo pudieron Cardozo (88′), en su revancha personal, y Sanabria (92′) en la última jugada del partido, para dar rienda suelta a la cumbia que hoy mantiene en vilo a todo un país.
Con ellos, Paraguay suma 24 puntos y deja su última oportunidad lista para el estadio Defensores del Chaco, el próximo martes, ante una Venezuela ya eliminada. Café por la mañana, ron hasta el amanecer.