La profesora Josefa González Castillo (39) fue detenida el pasado jueves en el barrio 8 de Diciembre de Bella Vista, Itapúa, por no pasar la pensión alimentaria a sus cinco hijos.

La docente fue remitida a la comisaría segunda de Yuty, Caazapá, donde permaneció por 24 horas en el calabozo.

Ante este insólito suceso, su expareja, Gustavo Acuña (50), rompió el silenció y contó por qué la denunció y abandonó la casa luego de 19 años de convivencia.

“Trabajaba por las colonias vendiendo productos de contrabando, no me quedaba en la casa; además de eso, hice que mi señora estudie en la facultad”, relató.

Según él, fue en la universidad donde su esposa conoció a otro.

“Mi hija mayor, en ese entonces, ya tenía 15 años y se daba cuenta de lo que pasaba”, señaló Acuña.

El hombre dijo que una vez siguió a su mujer hasta un reservado.

“Hasta ahora me arrepiento de haberle mostrado eso a mi hija”, recordó.

Gustavo decidió salir de la casa, que está a nombre de su mamá, y dejar a su familia. Pero grande fue su sorpresa cuando las niñas decidieron ir a vivir con él.

“Ellas me contaron que su madre traía hombres a la casa y que ya no querían volver con ella”, dijo.

Tras un accidente que lo dejó un tiempo sin trabajo, Acuña decidió demandar a su señora para que lo ayude económicamente, pero la mujer nunca cumplió.

“En el expediente consta que ella mensualmente debe abonar 17,5 jornales (G. 1.373.800)”, denunció.

Josefa, por su parte, desmintió todo lo dicho por su ex, alegando que psicológicamente manipuló a sus hijos para quitarle y que ella no tenía ni qué comer, ya que recién hace tres años comenzó a trabajar.

La maestra no quiso contar cuánto es su salario.

Josefa contó que, con la ayuda de amigos, logró finalmente quedar libre. Adelantó que de ahora en más ya no se va a callar y que buscará la ayuda de la prensa para recuperar a sus hijos.

Gustavo, sin embargo, dijo que lo único que quiere es que la mujer lo ayude, ya que tiene una hija que está en el primer año de Medicina.