En la votación a favor de la revocación de la resolución que sanciona por 60 días a la diputada Celeste Amarilla, por sus dichos referentes a que muchos de sus colegas habrían logrado sus bancas gracias al dinero sucio, los parlamentarios de la Cámara Baja decidieron por mayoría simple que la propuesta no prosperará. Con 36 votos a favor de la revocatoria y 42 en contra, la parlamentaria definitivamente queda suspendida y sin goce de sueldo por dos meses.
Durante un intenso debate en la Cámara de Diputados, se dejó entrever que correrá la misma tendencia de suspender a la diputada Celeste Amarilla por sus dichos en plenaria en referencia a sus colegas, de quienes dijo que ocuparon sus bancas pagando dinero sucio.
Extenso e intenso fue el debate que se desarrolló en la Cámara Baja en la mañana de este martes, cuando los
parlamentarios debían definir si la diputada seguía suspendida o no de sus funciones, por sus dichos en referencia a sus colegas, de quienes dijo que lograron ocupar sus bancas recurriendo al dinero sucio.
A lo largo de todas las ponencias de los diferentes diputados, se pudo notar que los colorados se ratificaron en su postura de suspender a Amarilla.
Por lo tanto, pese a la presentación de un proyecto de resolución que deroga la resolución que establece la sanción de
Amarilla, y todos los intentos de algunos de sus colegas por defenderla, nada se pudo hacer ante la decisión ya tomada quese mantuvo. Con 36 votos a favor de la revocatoria y 42 en contra, la parlamentaria definitivamente queda suspendida y sin goce de sueldo por dos meses.
Contra su correligionaria Diputados que pertenecen a la bancada liberal, pero que se muestran en contra de los dichos de Amarilla, como el liberocartista Édgar Ortiz, fueron contundentes al expresar que se debe concretar la suspensión de Celeste Amarilla sin goce de sueldo por 60 días, tal y como se estableció en un primer momento, antes de la presentación del pedido de revocación de la sanción.

El debate giró principalmente sobre dos puntos. Uno de ellos el argumento que sostiene que Celeste Amarilla como diputada es libre de expresarse pues tiene inmunidad y justamente esa es la garantía para desarrollar su trabajo. El otro argumento apela al código de ética y el reglamento interno de los parlamentarios, que, según muchos enfatizaron, obliga a los legisladores a referirse con el respeto y la dignidad que sus cargos merecen.
Dijo en todo momento que Celeste Amarilla “no se expresó sino que ofendió”. Recordó que se expulsó a Dionisio Amarilla “sin que los liberales hagan nada y también que se expulsó a María Bajac por tener una enfermedad”, argumentó.
Defensor de Celeste Amarilla
El diputado Édgar Brítez, del movimiento Cruzada Nacional, fue uno de los que defendió la conducta de la parlamentaria liberal, de quien dijo que en realidad ella es víctima de la violación del artículo 191 de la Constitución Nacional, de las inmunidades, la defensa en juicio y los derechos procesales.
Brítez enfatizó en que Amarilla “solo se expresó”, y defendió la libertad de expresión.
Dijo que no se debe sacar de contexto lo que ella dijo, que “tal vez sonó ofensivo, pero lo que quiso decir es que algunos maestros necesitan capacitarse y que algunos son corruptos”, sostuvo Brítez.
Por su parte, el diputado Derlis Maidana (ANR) mostró una postura completamente contraria, e insistió en que su colega Celeste Amarilla “incurrió en una inconducta y eso es lo que el pleno de la cámara se lo hizo ver”.
“Se le pidió que de nombre de los 70 legisladores que entraron con plata sucia y que los denuncie y tampoco lo hizo. Por este tipo de inconductas fueron sancionados Juan Carlos Galaverna, Silvio Ovelar y Enrique Riera”, recordó Maidana.
Sostuvo que Amarilla incurrió en causales establecidas en artículo 190 y 181 del reglamento.
“No es nuestro objetivo acallar denuncias sino simplemente que como institución podamos tener el respeto de la ciudadanía. Para eso necesitamos respetarnos a nosotros mismos respetando la disidencia de aquel que piensa diferente”, dijo Maidana.
La acusó de comprar su banca
A su turno, el colorado Basilio Núñez fue contundente al manifestar que lamenta que el partido liberal esté “manejado por una persona que probablemente le debe mucho a la suspendida. Es un secreto a voces que muchos tienen miedo de hablar pero yo tengo inmunidad de opinión”, criticó.
Acusó a Amarilla de que “ella misma reconoció que compró su banca por 200mil dólares, reconoció que le pagó al partido liberal. Le ningunearon años y de repente tuvo espacio”, repudió Bachi Núñez.
Propuso en todo caso “presentar un proyecto de resolución y dejar sin efecto el código de ética”.
“Este código dice que debemos reflejar la dignidad del cargo que merecemos, pero vamos a liberarnos, ustedes están
habilitando, ¿a dónde vamos? ¿A ser los diputados de la anarquía?”, se preguntó el legislador.
La diputada Rocío Vallejo (PPQ) recordó a su turno que la inmunidad de opinión está consagrada “desde 1870 en todas las constituciones democráticas del planeta, es una garantía para que podamos realizar nuestro trabajo”.
Sebastián García (PPQ) enfatizó en su momento que no callarán y seguirán denunciando hechos de corrupción pero. “Este gobierno está respaldado por bandidos. Pegaron su golpe o al menos lo intentaron con esta pandemia. Son bandidos muchísimos ministros de este gobierno. Nos encerraron para desvalijarnos”, repudió García.