La desprolijidad con la que se manejan los recursos del Estado genera indignación de la ciudadanía y tal es el caso de Gudelia Delvalle de Bracho, de 76 años, a quien Hacienda le cortó la pensión, porque su marido tiene una jubilación de G. 800.000. La mujer vive en una precaria vivienda, padece de diabetes y no puede comprar sus medicamentos. La primera excusa para cortar el aporte fue que supuestamente vivía en una casa de dos pisos.

La humilde mujer reside en el barrio San Antonio de la ciudad de Asunción y por casi 9 años cobró la pensión por la tercera edad, pero este año el Ministerio de Hacienda le cortó este aporte, que le corresponde por ley porque su marido cobra la irrisoria jubilación de 800 mil guaraníes.
“Tras la suspensión de su subsidio, hemos iniciado de nuevo los trámites para la reasignación y vinieron el mes pasado los censistas y fue nuevamente seleccionada porque vive en precarias condiciones y está enferma, pero grande fue la sorpresa que nuevamente le dijeron que ya no le pagarán su pensión”, expresó Lidia Ferreira, quien realiza gestiones para la tercera edad.
Gudelia Delvalle de Bracho de 76 años se encuentra enferma y vive en una precaria casa en el barrio San Antonio de Asunción y el Ministerio de Hacienda le cortó la pensión por la tercera
edad porque su marido cobra una jubilación de G.800 mil. La mujer padece de diabetes y no tiene dinero para la compra de medicamentos.
Dijo que la comunidad se encuentra indignada por la determinación de la mencionada cartera de Estado, tomando en cuenta que existen datos de que hasta esposas de comisarios retirados estarían cobrando este subsidio y exigen la intervención de este departamento que se encarga de la tercera edad.
Los vecinos indicaron que no cuestionan el pago a gente que tienen otros recursos, pero sí la desprolijidad con que se manejan los recursos del Estado, ya que hasta gente con despensa estarían cobrando este subsidio.
La mujer se encuentra enferma y padece de diabetes y no cuenta con los recursos para la compra de medicamentos y ya empezó a vender sus pocas pertenencias para comer y comprar remedios, comentaron los vecinos.
La mujer vende sus pocos enseres que posee para poder comer y comprar medicamentos, ya que el estado le cortó le pensión de la tercera edad.
“Vinieron a verificar mi casa, que es muy precaria, porque primero me dijeron que suspendían la pensión porque supuestamente vivía en una casa de dos pisos y me dijeron que repondrían mi sueldo de un poco más de G.500. mil, pero ahora salen con la historia de que no se puede porque mi esposo tiene una jubilación de G.800 mil”, expresó la afectada.