En la fecha, se confirmó el deceso del artista paraguayo Florentín Giménez, quien es conocido por su gran legado en la cultura musical del país, especialmente en el arte sinfónico. Numerosas veces homenajeado por sus presentaciones y creaciones, el músico murió a causa del COVID-19.

Giménez nació en Ybycuí, departamento de Paraguarí (Paraguay) el 14 de marzo de 1925. El mismo inició sus primeros pasos en la actividad musical en la Banda de Músicos de la Policía de la Capital, institución donde se desempeñó como percusionista hasta 1945. Posteriormente recibió lecciones de armonía y contrapunto de Otakar Platil.

En 1948 organizó la orquesta típica que llevó su nombre, una de las más cotizadas en la década del 50 con la que realizó presentaciones en todos los rincones del país con música popular paraguaya, latinoamericana y grabó numerosos discos.

En 1955 fijó residencia en Buenos Aires, Argentina, donde continuó sus estudios musicales con el maestro Cayetano Marcolli en las áreas de armonía, contrapunto, fuga, composición, orquestación y dirección orquestal.

Paralelamente realizó exitosas presentaciones artísticas de música paraguaya, también compuso música para películas y grabó música popular para los sellos discográficos Pampa, Odeón, Marpar, TK y Columbia.

En 1970 se radicó definitivamente en el Paraguay. Fundó la Orquesta de Cámara de Radio Caritas y en 1972 fue nombrado director-adjunto de la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Asunción (OSCA).

En 1976 al fallecer su director fundador, Remberto Giménez, le sucedió en el cargo hasta el año 1990, año en que fue nombrado compositor en residencia hasta 1996. En 1978 asumió al mismo tiempo la dirección de la Orquesta de Cámara Municipal.

Como director invitado dirigió conciertos en Brasil, Argentina y Guatemala. Participó en el desarrollo del arte lírico en el país dirigiendo temporadas de óperas para el Centro Lírico del Paraguay, con obras como I Pagliacci, Cavalleria Rusticana, La Forza del Destino, asi como operetas, zarzuelas paraguayas y comedias musicales.

En el campo de la música popular fue autor de más de 300 canciones, siendo algunas de ellas muy difundidas en el Paraguay y el Río de la Plata. A partir de 1970 orientó su labor creativa hacia la música sinfónica.

Entre sus obras sinfónicas se pueden destacar los poemas sinfónicos “Minas Cue” y “El Rio de la Esperanza”, ambos para Coro y orquesta, Fantasía Étnica, Misa paraguaya, para solistas, coro y orquesta, etc.

Además tiene en su haber sinfonías como Sinfonía Concertante N.1, para piano y orquesta, Sinfonía N.2, De las Estaciones, Sinfonía N.4, Sortilegio, Sinfonía N.7, Nitsuga, para guitarra y orquesta, dedicada a Agustín Barrios (el célebre “Mangoré”) entre otras escritas entre 1980 y 1994.

Fue director del Conservatorio de Música de la Universidad Católica de Asunción y director fundador del Conservatorio Nacional de Música. Sin embargo uno de sus más importes aportes a la cultura y las artes del país es sin dudas la creación de la Orquesta Sinfónica Nacional del Paraguay, que el año pasado celebró 10 años de productiva existencia.

Con datos de Agencia IP