Un hombre sacando bolsas de basura a la vereda, es una imagen irrelevante por lo normal del hecho. Sin embargo en este caso llamó la atención de la Policía, que revisaba imágenes de cámaras existentes a cuadras a la redonda del sitio en el que se perpetró el robo a la bóveda de cambistas de Ciudad del Este.

La intuición policial fue efectiva, pues la revisión de las bolsas reveló que contenían muchas ropas sucias, muy embarradas. Los policías que revisaban el túnel, cuando salían para descansar, salían con sus vestimentas embarradas. La relación entre uno y otro hecho, acrecentó la presunción de que las ropas embarradas sacadas en bolsas a los cubos de basura, eran de los que participaron del robo a los cambistas.

Con orden judicial, la policía allanó la casa de donde salió el hombre ‘de las bolsas’. En el inmueble ya no estaba nadie, pero allí descubrieron el boquete que resultó ser la entrada al túnel de los ladones.

En el barrio conocían al hombre como “el gordiño” , un ciudadano brasileño que vive en el sitio desde hace un año, cuando junto a una mujer, también brasileña, montaron un negocio de venta de ropas al por mayor y al detalle.

“Todo el mundo le conocía como el gordiño, un rapai extremadamente amable y generoso. A mi me pasó que fui a comprar una prenda de vestir para regalo y me dio tres prendas a precio de uno”, señaló una vecina del ahora fugitivo.

Otros mencionan que “el gordiño” acostumbraba a hacer asado los fines de semana, y que invitaba a todos los trabajadores de comercio de la cuadra. La gente le tenía en gran estima a èl y a su señora.

¿Cómo hacía el ciudadano brasileño para sacar toda la tierra que salía del túnel? Testimonios de los vecinos revelan que cada día, a partir de las 5 de la madrugaba, llegaban camiones que llevaban paquetes en bolsas o cajas, que todo el mundo creía eran ropas, ya que el hombre vendía al por mayor.