El presidente de la República, Santiago Peña, responsabilizó a la “inclemencia del tiempo” por la muerte de dos mujeres en la ciudad de Luque, cuyo vehículo fue arrastrado por un raudal a un arroyo, mientras una obsoleta baranda de protección no resistió.

El presidente de la República, Santiago Peña, participó este miércoles del egreso de 600 agentes del Grupo Lince en la ciudad de Luque, en medio de la trágica pérdida de Nilda Luján Barrios Benítez, de 19 años, y su madre, Sara Benítez, parientes del suboficial Brahian Ariel Gómez, quien logró salvarse de milagro junto a otros dos agentes.

Los tres policías y las dos mujeres se dirigían al mismo acto de egreso cuando ocurrió la tragedia.

“Muy buenos días, me sumo al pesar de toda la familia paraguaya que hoy lamenta la partida de Sara Nilda Benítez y Nilda Luján Barrios Benítez, tía y prima del suboficial ayudante Brahian Gómez, que venían emocionados esta mañana para la graduación de Brahian, una enorme esperanza, y la inclemencia del tiempo fue la que se llevó la vida de estas personas y lamentamos profundamente”, manifestó el mandatario durante el acto.

El ministro del Interior, Enrique Riera, pidió un minuto de silencio por las víctimas del trágico hecho que enluta nuevamente a familias que arriesgan su vida para ir a sus lugares de trabajo o casa de estudios.

Ambas víctimas fatales viajaban en la parte trasera de un automóvil Toyota Premio, que terminó arrastrado unos 500 metros de donde se encontraban y a unos 30 metros localizaron el cuerpo sin vida de la joven.

Las lluvias en Luque y otras ciudades de Central, como Mariano Roque Alonso y Limpio, provocaron severos raudales e inundaciones.

El 2 de noviembre pasado se registró un hecho similar, donde dos militares perdieron la vida tras ser arrastrados por el raudal en la ciudad de Lambaré.

Los militares iban en busca de un general para ir a un encuentro junto al presidente Santiago Peña.

En aquella ocasión, se constató que no existía una baranda en el lugar para evitar que el vehículo sea arrastrado hasta el arroyo Lambaré; mientras que en este caso de Luque, la baranda de protección mostraba una resistencia cuestionable.