“Estamos hablando de una especie más grande, de 10 a 12 cm, que ataca los árboles y los quebrachales; después hay otro mediano, que es más grisáceo, con rayas marrones, que también ataca los cultivos de algodón, soja, sorgo y la vegetación nativa. Finalmente están las de color verde, más chiquitas, que atacan los pastizales”, indicó Egon Neufeld, productor de la zona del Chaco.

Afirmó que la ola de insectos consumió todo a su paso en un trayecto -en dirección de este a oeste- de 200 km y que incluso está surgiendo una segunda arremetida. «Estamos hablando de una línea desde La Patria, Teniente Pico, 4 de Mayo, al sur de Madrejón, Teniente Martínez, Florida, Toro Pampa y hoy la aparición en María Auxiliadora, que prácticamente está a 80 km de Fuerte Olimpo y Bahía Negra. Hasta ahí la cuña entró”, explicó.

“Están todos los cultivos hacia la zona de las colonias y tenemos información que hay una aparición de una segunda ola en La Patria y Tte. Pico y 4 de Mayo”, afirmó y agregó que “si esta ola entra hacia las zonas de cultivo que están en Mariscal Estigarribia, hacia las colonias, va a ser un desastre de magnitudes importantes”.

Las langostas literalmente no dejan hoja en tallo, según relató Neufeld, y esto podría traer consecuencias a largo plazo afectando incluso a la producción ganadera. “Donde pasa la ola de langosta el pasto queda apenas el tallo, limpian el 100% y dejan un olor por el excremento que dejan por la planta, y el ganado ya no come nada, ya no queda nada para el ganado; los pastizales están totalmente pelados. Es un daño importante, podemos decir que estamos en época de lluvias y eso, pero también atacan en las regiones más secas y estamos en febrero, o sea que la pastura va a tener que recuperarse en otoño y si esta plaga no se para, se va a entrar en un invierno con déficit de oferta forrajera”, explicó.

Recordó que esta plaga es algo cíclico ya desde los años 40, cuando se asentaron en el Chaco las primeras colonias menonitas. Rememoró que ya entonces “oscurecían el día y terminaban en cuestión de horas con los cultivos”. La plaga empezó a extenderse a mediados de diciembre y la única manera de confrontarla es mediante un control de plagas y evitar que se sigan reproduciendo. Según Neufeld, en cuatro días puede nacer una nueva generación de langostas.