La presidenta de una de las asociaciones de cuidacoches de Asunción manifestó que los trabajadores informales arriesgan sus vidas al cuidar la pertenencia ajena de los ciudadanos en la vía pública. Y defendió además que en su grupo no extorsionan a los conductores.

María Augusta Carneiro, de la Asociación de cuidacoches de Asunción y Área Metropolitana, mencionó a la radio Universo que el trabajo que realizan muchas veces no es valorado o se ve empañado por los conocidos “chespiriteros” que extorsionan a los automovilistas que dejan sus vehículos en la calle.

Sostuvo que los integrantes de su grupo cobran a voluntad y no imponen una tarifa por sus servicios, pero resaltó que sí hay cuidadores que no pertenecen a su asociación y establecen sumas muy elevadas, que van de G. 30.000 a 50.000.

Dijo conocer casos de cuidacoches que cobran mucho pero que al rato abandonan la zona y además están los que rayan los automóviles. Aseguró que muchos fueron expulsados de su grupo por estas prácticas.

En otro momento defendió su “trabajo” y resaltó que este conlleva sus riesgos. “No es poca cosa salir con este calor y estar ahí luchando por el interés ajeno. Los cuidacoches arriesgan sus vidas al cuidar el auto ajeno”, aseveró.

A eso se suma, según comentó, que no tienen la posibilidad de acceder a puestos laborales dignos. “No hay trabajo, muchos se recibieron trabajando con el cuidado de autos. Hay abogados, químicas farmacéuticas, de todo hay. Muchos siguen cuidando autos porque llevan sus currículums pero no son llamados por las empresas”, lamentó.

Aseguró que únicamente 20 de sus socios estarán apostados en la zona de la Nueva Olla, el próximo sábado, para la final de la Copa Sudamericana. Aunque agregó que también se dará lugar a los que no integran su grupo.

Este miércoles, el defensor del pueblo, Miguel Godoy, presentó un amparo para que el pago a los cuidacoches sea a voluntad del propietario del vehículo.