Monseñor Mario Melanio Medina, obispo emérito de Misiones y Ñeembucú, criticó duramente el actuar de los diputados, quienes suspendieron a su colega liberal Celeste Amarilla por decir que muchos habían logrado sus bancas con dinero sucio. Para la autoridad eclesiástica, los legisladores están ejerciendo una dictadura parlamentaria y los llamó “sepulcros blanqueados”, por estar limpios por fuera y podridos por dentro.

Contundente en sus declaraciones se mostró monseñor emérito de Misiones y Ñeembucú, Mario Melanio Medina, en
contacto telefónico con ABC cuando se le consultó qué opina de los últimos episodios ocurridos en la Cámara de Diputados, donde 42 legisladores suspendieron por 60 días a su colega Celeste Amarilla (PLRA), luego de que esta dijera que muchos de los parlamentarios lograron sus bancas recurriendo al dinero sucio.
Para la autoridad eclesiástica, la situación es preocupante y reconoció que le apena sobre todo “la obstinación seria que atribuyo a una soberbia insoportable”.
A monseñor Medina le parece lamentable que se haya atropellado “nada menos que la Constitución Nacional, y eso significa un daño grave a la institución democrática. Estos representantes, que son 42, están mostrando una postura irracional y se defienden mutuamente”, lamentó.

En cuanto a la Fiscalía, el obispo emérito ni siquiera se detuvo a analizar el accionar, sino que se limitó a decir que “hace rato no funciona. Incontables casos y expedientes tienen acumulados. A los pobres sí (juzga), pero a los grandes no se toca”, criticó el representante de la Iglesia católica.
Señaló que le parece imposible de creer y tolerar que la gente “que debiera dar ejemplo de actuar democrático está por el suelo”.
Ante esto, asumió que lo único que le queda al ciudadano común es “defenderse y defender la democracia como pueda”. Sostuvo que mientras nuestros representantes en el Parlamento sigan con esa “obstinación ciega, es imposible que mejoraremos esta situación con esta gente”.
Mario Melanio Medina vaticinó que “tenemos un negro futuro para la democracia. Esto puede tener consecuencias nefastas,
si hay una dictadura parlamentaria. La política es el bien común, todos tenemos la obligación de pedir corrección a los que se equivocan. Estos diputados no tienen conciencia cívica; son orgullosos y además ignorantes. No tienen un pensamiento filosófico del bien común. No son cristianos en sus procedimientos ni en sus obras, son sepulcros blanqueados: por fuera parecen limpios”, concluyó monseñor en su dura crítica hacia las últimas decisiones tomadas por los miembros de la Cámara Baja.

Las declaraciones de monseñor Medina se dan a raíz de un comunicado emitido por la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) en que la organización eclesiástica criticó la actuación de la Cámara Baja, que sancionó a la diputada Celeste Amarilla y la suspendió de sus funciones por 60 días. Con el título “Quebrantamiento del Estado de derecho”, la Iglesia advierte sobre la gravedad de la corrupción política.

El jueves último, la Cámara de Senadores aprobó un proyecto de declaración que exhorta a la Cámara Baja a revocar la sanción impuesta a la diputada Celeste Amarilla por su denuncia sobre la supuesta compra de bancas de los legisladores para acceder a sus cargos. El documento tuvo respaldo principalmente de senadores de la oposición.
Recordemos que, tras la suspensión de Celeste Amarilla, diputados de la oposición pidieron que se revise la sanción, pero 41 diputados colorados más el libero-cartista Édgar Ortiz dijeron que no con sus votos, ratificándose en la suspensión.