El presidente de la República, Mario Abdo Benítez, aparentemente seguirá sosteniendo a los militares del CODI y la FTC que hace solo un mes mataron por error a un cazador y que ahora les mintieron a él y a todo el país al atribuirse el exterminio de la ACA-EP, pese a que fue una red de narcos la que eliminó a los cuatro terroristas

El presidente Marito se refirió ayer a la muerte de los terroristas Elizandro Balbuena Mariz (22), Víctor Mariz Domínguez (51), Fredy Florenciano Campuzano (19) y Emiliano Romero Valiente (23), ocurrida el viernes último en el Parque Nacional Paso Bravo  , a 25 kilómetros de la ciudad de Puentesiño, en el departamento de Concepción.

“Cuando yo llegué las operaciones estaban en curso. Lo único que recibí como parte fue que estamos todavía con operaciones en desarrollo y que no había ninguna baja en la Fuerza de Tarea Conjunta. Ya quedó a cargo de los voceros de la FTC poder hacer un informe oficial de todo lo ocurrido”, dijo el Mandatario durante un acto en el Colegio Nacional de la Capital (CNC).
El jefe de Estado visitó el viernes de tarde el cuartel del Comando de Operaciones de Defensa Interna (CODI), en Arroyito, donde fue recibido por el comandante de dicho bloque, coronel Narciso Domingo López Basualdo, y por el subalterno de este, el comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), capitán de Navío Oscar Marcial Chamorro León.

En teoría, el coronel y el capitán de Navío le dijeron a Marito que ellos fueron los que acababan de matar a los cuatro terroristas de la Agrupación Campesina Armada – Ejército del Pueblo (ACAEP), tal como le ordenaron declarar por todos los medios de prensa al vocero del bloque, teniente coronel Luis Rodolfo Apesteguía Garcete.
Esa misma noche, de que fueron unos
narcotraficantes los que mataron a los criminales y no los militares, el capitán de Navío Chamorro insistió durante una conferencia de presa que “nosotros simplemente transmitimos lo que nos consta. Las otras versiones nosotros no podemos opinar al respecto, porque no nos consta el origen de esas versiones”.

Sin embargo, cuando ya era inminente que fue descubierta la mentira, los propios militares recularon y enviaron al fiscal Pablo René Zárate un informe en el que básicamente reconocieron que encontraron los cuerpos durante una patrulla de búsqueda y reconocimiento especial.

Posteriormente, el fiscal Federico Delfino ya declaró en Asunción que los miembros de la ACA-EP fueron eliminados probablemente por “grupos antagónicos” y el forense Pablo Lemir ratificó que los terroristas fueron prácticamente ejecutados y hasta torturados previamente, circunstancias con las que los militares no contaban cuando se embanderaron con el “logro” de los narcotraficantes que operan en la zona del Parque Nacional Paso Bravo.
Quedó impuneEl CODI y su ala operativa FTC, además del papelón que pasaron ahora con lo de la ACAEP, tampoco explicaron hasta ahora la muerte del , un cazador que fue acribillado el 1 de octubre pasado a orillas del arroyo Tagatiyá, en San Alfredo. Los militares confundieron a Espínola con un miembro de la banda terrorista que justamente ahora fue exterminada por otros criminales.